En una nota de prensa, esta central resaltó que el 50,9% de estos contratos no alcanzan el año de duración y recordó que uno de los aspectos más polémicos de este modelo contractual es, precisamente, que establece un periodo de prueba de 12 meses.

Asimismo, este tipo de contratos tienen asociados unas bonificaciones que obligan a mantener el empleo durante un periodo superior al año.

En este sentido, UGT alertó de que en los casos en los que la empresa no se acogió a estas bonificaciones, el porcentaje de contratos que duran menos de doce meses alcanza el 56,9%.

IMPACTO DE LA REFORMA LABORAL

Además, criticó el incremento en el uso de esta modalidad, que ha pasado de representar el 6,2% del total de contratos indefinidos un año después de la reforma laboral, a ocupar más del 15% en lo que llevamos de año.

Ante estas cifras, la central sindical denuncia que esta modalidad de contrato tiene en realidad “una naturaleza temporal que quiere hacerse pasar por indefinida”.

En este sentido, la secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT, Carmen Barrera, reclamó, en declaraciones remitidas por su organización, la “retirada” de esta modalidad contractual, ya que asegura que los datos demuestran que se trata de un “doble fraude”.

Barrera argumentó que esto se produce porque bajo una apariencia de contratación indefinida se permite el despido libre durante el primer año. Además, acusó al Gobierno de “engrosar las cifras de contratación indefinida” con un modelo “que en la mayoría de los casos es temporal”.