La operación que realizará durante los próximos meses Cruz Roja Española, en colaboración con la Cruz Roja Ecuatoriana, irá destinada a “facilitar un lugar seguro donde vivir para las personas más afectadas por el terremoto, asegurar el agua, el saneamiento y la promoción de la higiene en las comunidades más afectadas y promover la recuperación de los medios de vida de las personas que lo han perdido todo a causa del terremoto”, según declaró el coordinador general de Cruz Roja Española, Antoni Bruel.

Por su parte, la directora de Cooperación Internacional de Cruz Roja Española, María Alcázar, explicó que la característica principal de las viviendas modulares es que se pueden ir acoplando módulos unos a otros, dependiendo de las necesidades de la familia beneficiaria.

Alcázar declaró que Cruz Roja calcula que las familias compuestas por cinco miembros contarán con una vivienda de un solo módulo, a las familias de entre 5 y 10 miembros se les acoplará un segundo módulo, y por último, podrán optar a un tercer módulo las familias que tienen más de 10 miembros o con personas mayores o con discapacidad que necesitan ese espacio adicional.

Estas viviendas, que ya han sido utilizadas por Cruz Roja en otras emergencias, como el tsunami en el sur de Asia y los terremotos de Haití y Lorca, saldrán a principio de la próxima semana desde Barcelona y Las Palmas y tardarán aproximadamente un mes y medio en llegar hasta a Ecuador, tiempo en el que Cruz Roja trabajará para “identificar a las comunidades y a las familias” que se beneficiarán de estas viviendas, según afirmó Alcázar.

Por último, Bruel recordó que a pesar de que la población ha donado a Cruz Roja Española un millón de euros, todavía les hacen falta 600.000 euros para llegar al objetivo que se habían marcado para poder ayudar de una manera óptima a los ecuatorianos.