Según informó la Policía, la víctima, que llegó a España acompañada de su hija, menor de edad, tenía que dejarla con su propia explotadora mientras ejercía la prostitución para pagar la deuda contraída por el viaje de ambas. Circunstancia que ésta aprovechaba para amenazar a su madre si no conseguía suficiente dinero por sus servicios, llegando incluso a golpear a la menor.

La Policía detectó a finales del año pasado a esta mujer ejerciendo la prostitución en las calles de Almería, donde fue identificada como posible víctima de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Tras entrevistarse con ella, la mujer decidió denunciar su situación ante los agentes.

La joven liberada fue captada en Nigeria por un hombre que, viendo la situación de necesidad en la que se encontraban tanto ella como su hija, le prometió una vida mejor si venían a España. Tras ser trasladada hasta España, la víctima fue informada de que había contraído una deuda de 30.000 euros que debía saldar ejerciendo la prostitución en la vía pública.

La operación se saldó con la detención en Almería de la mujer que presuntamente explotaba sexualmente a la víctima nigeriana desde un bar que regentaba.