En este sentido, el consejero anunció que ya son tres los hospitales madrileños que trabajan con este tipo de terapias: el de Torrejón en el que se desarrolla este tipo de terapia con pacientes psiquiátricos desde 2013; el de Villalba, en el que este 2016 se ha puesto en marcha un ensayo clínico con niños que sufren síndrome de intestino irritable, y el Gregorio Marañón que estrenó recientemente un programa que trabaja promoviendo las capacidades sociales, emocionales y de comunicación de los niños hospitalizados.

Sánchez Martos, además, destacó los beneficios que reporta a las personas sanas el tener un animal de compañía, dado que incentiva el ejercicio físico, reduce la soledad y ayuda a canalizar las emociones. De hecho, consideró que “el mejor regalo que se le puede hacer a alguien que esté sufriendo es una mascota, siempre y cuando sepamos que esa persona la vaya a tratar como a un miembro más de la familia”.

Y es que Sánchez Martos también condenó el abandono de animales defendiendo que “debería de considerarse un delito contra la salud pública y estar mucho más penalizado”.

En este sentido, el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid, Felipe Vilas, que junto al consejero inauguró la jornada 'Las mascotas como promotoras de salud', explicó que “la primera condición para recomendar a alguien que tenga un animal de compañía es que sea un propietario responsable”. Así, añadió que “lo fundamental para poder recibir los beneficios que reporta el animal es que la persona tenga afinidad con él, establezca un vínculo afectivo y le proporcione un nivel adecuado de bienestar”.

Sin embargo, para todas aquellas personas que sienten cierta sensibilidad por los animales sí es recomendable tener una mascota ya que, según el presidente, reportan beneficios para la salud, al obligarnos a hacer ejercicio físico, “lo que es fundamental en el caso de las personas mayores o en la prevención de la obesidad, la diabetes, etc., pero también psíquico, ayudando a prevenir o retrasar la degeneración neuronal”.

En este sentido, del director médico del Hospital Universitario HM Sanchinarro, Carlos Mascías, confirmó que las mascotas reportan un bienestar físico, social y mental a las personas que conviven con ellas. Así, informó de que las personas que tienen perro caminan una media de 5 horas y 38 minutos a la semana, y tienen un menor riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares.

Además, tener un animal, según el doctor, reduce el estrés, alivia la depresión y la soledad, refuerza la autoestima y hace reír. Asimismo, disminuye el riesgo de sufrir alergias y de contraer enfermedades, ya que al convivir con un animal se desarrolla más el sistema inmune. Así, concluyó que “no hay medicamento que reporte tantos beneficios y tan pocas contraindicaciones, siempre y cuando su salud esté garantizada por un veterinario”.

TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES

Al margen de los beneficios que los animales pueden reportar a cualquier persona, entidades como la Asociación Yaracán aplican desde hace años la terapia asistida con animales en hospitales, colegios o residencias de ancianos a personas con distintas patologías como depresión involutiva, alzhéimer o parálisis cerebral, entre otras.

Así, con la ayuda de perros previamente adiestrados, trabajan las áreas cognitivas, psicomotrices, comunicativas, sociales y emocionales de estos pacientes, convirtiéndose en un complemento que facilita que estas personas la consecución de sus objetivos terapéuticos.

Según Begoña Morenza, presidenta de la Asociación Yaracán, “los perros suponen un potente estímulo que provoca en el paciente una mayor inclinación a la interacción con los demás, la generación de pensamientos positivos, el incremento de comunicación verbal y no verbal, la reducción del aislamiento y la apatía etc”. Así, según la experta, “el paciente se relaja y se abre, situación que el personal médico aprovecha para conseguir los objetivos planteados en la terapia”.

En este sentido, la psicóloga y presidenta de la Asociación Centro Integral de Terapias y Animales, Katya Vázquez, aseguró que “las intervenciones con animales aportan una motivación enorme al paciente que les da ganas de trabajar en terapia”. “Gracias a los animales, los pacientes nos abren las puertas para la aplicación de tratamientos a personas con trastornos de hiperactividad, del aprendizaje, con trastorno negativita desafiante”, aseguró.

Por otra parte, la jefa de la unidad de Psiquiatría del Hospital de Torrejón de Ardoz, Helena Díaz, corroboró que los animales “generan un aumento del rendimiento cognitivo en los pacientes, mejoran su autoestima y su autoconcepto, favorecen las relaciones sociales, potencian la comunicación verbal, estabilizan síntomas depresivos y fomentan la responsabilidad”.

Sin embargo, la coordinadora de la Cátedra de investigación Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos, Nuria Máximo, señaló que aún existe una falta de formación en este tipo de terapias que puede empezar a atajarse desde las facultades.