La novela, explicó Lamet, pretende retratar la psicología de una mujer buscadora, libre y compleja, ante la trágica experiencia de un amor tan espiritualmente grande como humanamente imposible.

“Después de la saturación propiciada por el éxito de 'El Código da Vinci', de ínfima calidad literaria, creo que faltaba una obra de ficción que, basada en los textos evangélicos y en los datos históricos del contexto de la época, se adentrara en el íter psicológico y espiritual de la Magdalena. Quiere ser una novela de amor, de un amor insólito”, señaló Lamet.

“Intento reconstruir, como lo haría un pintor renacentista, el retrato de una mujer inteligente, insatisfecha y buscadora, aunque maltratada por la vida, que descubre un amor tan grande que, por una parte, le explica el sentido de la vida y que, al mismo tiempo, se convierte en tragedia por el drama de Jesús y las exigencias de su misión”, agregó.

Sostiene el autor que, según los evangelios, María era, junto a Juan -el discípulo amado-, la más querida y privilegiada por Jesús, porque si no, no se explicaría que la eligiera para su primera aparición y para anunciar la resurrección a los discípulos varones. “Hay otros muchos testimonios evangélicos sobre esta forma contracultural de tratar Jesús a las mujeres y en general a los pobres y marginados”, opinó.

En el relato aparecen también los roces obvios con Pedro y los otros rudos pescadores, y no faltan los celos de algunas mujeres del grupo. “De ahí a las rocambolescas tesis de que el Maestro la prefiriera como papisa o sobre una estirpe de Jesús, como defiende una literatura de consumo, hay un abismo”, concluyó Lamet.