A finales del año pasado, la propesta del delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carlos López Riaño, en relación a la posibilidad de iniciar un debate sobre la conveniencia o no de legalizar este tipo de drogas, suscitó duras críticas por parte de algunos sectores sociales y partidos de la oposición.

La encuesta revela que un 15,8 por ciento de los entrevistados se muestran partidarios de permitir la venta de estos estupefacientes sólo en centros especializados. Un porcentaje algo menor (10,3 por ciento) aprueba qu se permita la venta a los adultos y sólo un 3,6 por ciento apoya su distribución sin ningún tipo de limitación.

Respecto al consumo, algo más de la mitad de los encuestados son partidarios de que se prohiba y castigue incluso en privado, pero una cuarta parte defiende la prohibición sólo en lugares públicos.

Los partidarios de permitir libremente el consumo, sin ningún tipo de limitación, apenas llegan al 4 por ciento, pero la proporción asciende hasta el 14,3 por ciento entre los que están a faor de que se permita libremente el consumo a los adultos.