Discapacidad. Abogan por descifrar el origen de las alteraciones moleculares que subyacen a los trastornos cognitivos en la discapacidad intelectual

- En el seminario ‘Singulares. Ética de las tecnologías emergentes en personas con diversidad funcional’, organizado por la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno

MADRID
SERVIMEDIA

Mara Dierssen, médico en el Centro de Regulación Genómica en Barcelona, es una de las especialistas que abogan por cambiar el abordaje terapéutico de la discapacidad intelectual, basado hasta el momento en la psicofarmacología clásica, y por centrarlo más en la mejora del conocimiento de la parte molecular para potenciar la estimulación cognitiva.

Dierssen ha participado esta semana en el seminario ‘Singulares. Ética de las tecnologías emergentes en personas con diversidad funcional’, que se ha desarrollado en Madrid organizado por la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno.

El encuentro ha reunido a científicos, teólogos, juristas, educadores, economistas, ingenieros, médicos, deportistas y empresarios para abordar “un debate nuevo”: el de los desafíos éticos para el futuro de las capacidades humanas que plantean las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial.

En este contexto, la especialista del Centro de Regulación Genómica en Barcelona pronunció una conferencia sobre ‘Nuevas estrategias terapéuticas para tratar a personas con discapacidad intelectual’.

Según explicó a Servimedia, su tesis es que hay que “olvidarse” o dejar un poco de lado la farmacología tradicional y trabajar sobre procesos en el abordaje de las enfermedades mentales y, sobre todo, de la discapacidad intelectual.

Se trata, aclaró, de mejorar procesos, en lugar de cambiar moléculas concretas, que es lo que más se hace en estos momentos. En este sentido, añadió que la plasticidad cerebral, que es la capacidad que tiene el cerebro para cambiar su estructura y su función en base al aprendizaje y en función del entorno, es seguramente uno de los procesos que hay que mejorar.

Y esto se consigue, a su entender, no solo mediante fármacos, sino también con el uso de la estimulación cognitiva, materializada en forma de videojuegos o de cualquier otra herramienta.

En cuanto a los fármacos, han de estar dirigidos, en su opinión, a modular las cascadas moleculares que tienen que ver con plasticidad. “Es como si se mejorara la parte molecular para potenciar el efecto de la estimulación cognitiva”, aclaró.

A este respecto, afirmó que algunos estudios en animales han permitido ya descifrar las alteraciones moleculares que subyacen a los trastornos cognitivos, un paso importante para trabajar posteriormente en la mejora cognitiva de las personas con discapacidad intelectual y, en definitiva, de su calidad de vida.

(SERVIMEDIA)
08 Mayo 2016
IGA/caa