La propuesta de la entidad financiera, recogida en un artículo publicado por su servicio de estudios, aboga por pasar a un modelo indemnizatorio “mixto”, en el que una parte de la compensación dependería de la antigüedad en el puesto y la otra de una “cuenta” personal de cada trabajador nutrida con aportaciones periódicas de las empresas, el llamado ‘modelo austriaco’.

BBVA Research apunta que este nuevo sistema sería obligatorio para los nuevos contratos y de mutuo acuerdo entre las empresas y los trabajadores en el caso de los preexistentes.

En cuanto a los contratos temporales y de formación, BBVA Research aboga por “un mayor control” por parte de las autoridades laborales para minimizar el fraude de ley en el uso de este tipo de contratación y evitar que estén cubriendo empleos de carácter indefinido.

El servicio de estudios de la entidad asegura que con este nuevo modelo de indemnización la tasa de temporalidad podría bajar entre 6 y 11 puntos, y añade que cada punto de reducción de los contratos temporales supondría bajar la tasa de paro entre 0,5 y 0,8 puntos porcentuales.

El informe también se refiere a la negociación colectiva y sostiene que los convenios colectivos sean “sensibles” a las diferencias sectoriales, de manera que no se establezcan subidas salariales generalizadas a toda la economía y que se tenga en cuenta las diferencias en los costes laborales de cada actividad en relación con los países competidores.

Además, afirma que debería “generalizarse” el pago por rendimiento de los trabajadores, de manera que una parte del salario dependiera del desempeño individual y del comportamiento de la empresa.

En este sentido, BBVA Research considera también que la negociación colectiva debería articularse, siempre que sea “económicamente eficiente”, en el nivel de la empresa, ya que un convenio de nivel sectorial, ya sea provincial o estatal, “difícilmente satisface” las diferencias de productividad entre empresas.

Para el servicio de estudios del banco, esto no significa la eliminación de la negociación colectiva a nivel sectorial, pero sí que se “delimite” las materias a negociar en cada uno de los ámbitos.

PROTECCIÓN POR DESEMPLEO

Otro aspecto en el que hace hincapié BBVA Research es en el modelo de protección frente al desempleo y propone una reforma que limite su duración, lo vincule a la participación en acciones de formación y endurezca el castigo para quienes rechacen ofertas de trabajo.

En concreto, la reforma que propone el servicio de estudios apuesta por un lado por limitar la duración de la prestación al ciclo económico, de manera que en épocas expansivas el tiempo durante el que los parados acceden a la prestación sea menor, y se alargue en momentos recesivos o de crisis.

Asimismo, considera “necesario” incrementar las exigencias de búsqueda activa de un empleo, exigiendo a los perceptores que demuestren de forma periódica que están efectivamente tratando de encontrar un trabajo.

En esta línea, reclaman “estrechar el vínculo” entre la prestación y la participación en programas de activación, e “incrementar la pena” para quienes rechacen una oferta adecuada.

En este sentido, subraya que es fundamental revisar los criterios por los que una oferta de empleo se considera adecuada o no para el desempleado.

Así, aboga por reducir el tiempo que debe pasar para que cualquier actividad se considere adecuada para el parado. En la actualidad debe pasar un año en el desempleo para que una oferta en cualquier actividad, no sólo en el sector en el que el parado esté especializado, se considere adecuada.

Por otro lado, sostiene que habría que suavizar las restricciones por movilidad geográfica, de manera que la distancia del empleo al hogar vaya aumentando a medida que el desempleado lleva más tiempo sin trabajo.

Por último, defiende que habría que crear una cuenta similar a la del modelo austriaco pero en el que el trabajador acumule su prestación por desempleo, de manera que la cuantía no agotada se sumará a su pensión cuando se jubile. Para BBVA Research, esta medida incentivaría a los parados a no agotar sus prestaciones.

En materia fiscal, BBVA Research apuesta por reducir las cotizaciones sociales a cambio de un incremento de los impuestos indirectos, como el IVA. De esta forma, asegura que una reducción de 2,3 puntos de las cotizaciones sociales podría compensarse con un incremento de dos puntos en los impuestos indirectos y podría generar 200.000 empleos y un aumento del PIB del 0,7% a largo plazo.