Uno de cada diez niños y adolescentes tiene asma, principalmente por alergias
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El 5% de la población adulta y el 10% de los niños y adolescentes en países industrializados padecen asma, una enfermedad crónica cada vez más frecuente. Se caracteriza por la aparición de episodios de dificultad respiratoria y en muchos casos aparece como respuesta a estímulos que producen alergia, como el polen, el polvo, los animales o ciertos alimentos.
Son algunos de los datos que recuerda la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) con motivo del Día Mundial del Asma, que se conmemora el 3 de mayo, y que reclama cooperación entre pacientes y alergólogos.
Del total de asmáticos, entre el 5% y el 8% padece asma grave, y estos representan el mayor reto para el médico, ya que su control es más difícil que en el 90 por ciento restante. Se trataría de una franja de unas 200.000 personas.
“El asma es una enfermedad de origen alérgico en la mayoría de las ocasiones. En los niños, 8 de cada 10 casos son asma alérgica y en los adultos más de la mitad”, asegura el doctor Julio Delgado, presidente del Comité de Asma de la sociedad.
“El asma, como enfermedad crónica, necesita de una actitud activa por parte de médicos y afectados. Estos últimos no deben limitarse a recibir el tratamiento prescrito sino que han de asumir su patología y ser conscientes de la importancia del cumplimiento del tratamiento de mantenimiento, independientemente de tener o no síntomas”, recuerda.
En esta misma línea, Javier Palicio, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermedades Respiratorias (Fenaer), insiste en que “el mayor error de los pacientes asmáticos es no cumplir el tratamiento y acordarse de ello únicamente en los momentos de crisis y exacerbaciones. El médico juega un papel fundamental y debe insistir en que el tratamiento del asma no depende exclusivamente de la sintomatología”.
Según la Seaic, existen evidencias que demuestran la eficacia de la Inmunoterapia específica (ITE) con alérgenos en pacientes con asma debidamente seleccionados y se ha calculado que tras tres años de administración de ITE el consumo de medicación y el uso de recursos sanitarios se reduce hasta en un 40%, que puede llegar hasta el 80% a los cinco años de su administración.
Un estudio en “vida real” con más de 600 pacientes asmáticos en tratamiento con ITE en 40 centros de toda España valorará su evolución clínica en los próximos seis años.
(SERVIMEDIA)
02 Mayo 2016
AHP/gja