Durante los dos primeros meses del año se registraron un total de 1.004 ERE que afectaron a 10.173 trabajadores de 876 empresas, unas cifras que suponen una reducción del 38,2% en el número de procedimientos, del 45,6% en la de personas afectadas y del 36,5% en el de empresas involucradas.

Además de los 3.438 afectados que perdieron su empleo, 4.987 sufrieron la suspensión temporal de su trabajo y 1.748 vieron reducida su jornada, lo que supone una disminución del 57,5% y del 50,1%, respectivamente.

Por comunidades autónomas, destacan La Rioja y Castilla-La Mancha, donde en estos meses no ha habido ningún despido por ERE, mientras que Cantabria y Asturias multiplicaron por casi nueve y ocho veces, respectivamente, la cifra de personas que perdieron su trabajo respecto a 2015.

En cuanto a los datos de febrero, los ocupados que se quedaron sin empleo a través de un ERE aumentaron casi un 50%, al pasar de 1.114 en 2015 a 1.669 este año.