La propuesta partió del Grupo Parlamentario Socialista y contó en su debate con el apoyo de todos los grupos parlamentarios, que consideraron que la creación de la Capitalidad Europea de la Accesibilidad servirá para hacer más visibles a los ciudadanos con discapacidad, unos 60 millones en toda la UE.

En concreto, la iniciativa es una proposición no de ley que defendió en el Pleno de la Cámara Baja el diputado socialista José Vicente Muñoz, argumentando que el establecimiento de la Capitalidad Europea de la Accesibilidad Universal serviría para fomentar la cultura de la plena accesibilidad en toda Europa y se inscribiría en el objetivo de que en 2020 el Viejo Continente esté libre de barreras para las personas con discapacidad.

Según explicó, al igual que sucede con la Capital Europea de la Cultura, esta iniciativa consistiría en que cada año una o dos ciudades europeas aspirasen a ser declaradas Capital de la Accesibilidad Universal y serviría para fomentar la "competencia por obtener esa distinción".

Las ciudades aspirantes a este título deberían presentar una trayectoria de accesibilidad y comprometerse a un programa de actuaciones y actividades, durante la capitalidad, de promoción de la accesibilidad universal.

PROPUESTA POPULAR

Aunque todos los grupos parlamentarios consideraron "positiva" y apropiada la proposición socialista, el Popular quiso enmarcarla dentro de un "gran Pacto Europeo por la Discapacidad" que velara por la mejora del empleo y de la educación inclusiva de las personas con problemas físicos, psíquicos o sensoriales, según explicó en su intervención Inmaculada Bañuls.

El PP, que recordó que la iniciativa es una idea del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), pretendió así enmendar el texto del PSOE para que la Capitalidad Europea de la Accesibilidad fuera una medida de un conjunto amplio de propuestas que sirviera de referencia a todos los países de la UE, algo que no aceptó el Grupo Socialista.

Por su parte, Joan Tardá, de ERC-IU-ICV, manifestó también su apoyo a la proposición por tratarse de una medida "que va más allá del simbolismo" y que podría ayudar de forma efectiva a mejorar la accesibilidad de las ciudades, pero pidió al Gobierno que concrete los apoyos económicos con que contará, si se impulsa finalmente, para no quedarse en una mera proposición.

En la misma línea que ERC-IU-ICV se pronunciaron PNV y CiU, que coincidieron en señalar la importancia de dar mayor visibilidad a las personas con discapacidad.

No obstante, Concepción Tarruella, del Grupo Catalán, aprovechó su intervención para "tirar de las orejas" al Ejecutivo y recordarle que aunque está muy bien impulsar medidas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos europeos, no deben descuidarse los deberes de casa, donde hay todavía que derribar barreras físicas y mentales.