Investigadores del CNIC definen la función clave de una proteína en la activación de los linfocitos

- El hallazgo servirá para futuras investigaciones en enfermedades autoinmunes o rechazo de transplantes

MADRID
SERVIMEDIA

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares del Instituto Carlos III (CNIC) y del Instituto Investigación Sanitaria Princesa IIS-IP han desarrollado un estudio que ha permitido definir la función clave de una proteína en la activación de los linfocitos, abriendo un amplio abanico de posibles aplicaciones clínicas y de posibilidades en futuras investigaciones en el campo de enfermedades de etiología autoinmune o en casos de rechazo frente a trasplantes.

Los científicos explican cómo una proteína implicada en cáncer, Aurora A, controla la activación de los linfocitos T, un hallazgo que consideran muy relevante debido a la importancia de los inhibidores de Aurora A en los tratamientos del cáncer, lo que puede proporcionar nuevas oportunidades para el tratamiento de las enfermedades mediadas por desregulación del sistema inmune, como las enfermedades autoinmunes o la enfermedad injerto contra huésped que se produce tras un trasplante. Los resultados se publican hoy en la revista 'Nature Communications'.

En el artículo publicado 'por Noelia Blas Rus, Eugenio Bustos Morán y Noa B. Martín Cófreces, del grupo del profesor Francisco Sánchez Madrid, en colaboración con el grupo del doctor Marcos Malumbres, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), se ha descubierto la “implicación de Aurora A en la activación temprana de rutas de señalización a partir del receptor para el antígeno de la célula T, fundamentalmente sobre la quinasa Lck, que permite la diversificación de las rutas de activación”, explica el profesor Sánchez Madrid.

Esto, añade, “hace que los linfocitos T deficientes en Aurora A no se activen correctamente”. Pero además, en la investigación se ha demostrado que el tráfico y dinámica de las nanovesículas señalizadoras en la zona de la sinapsis inmunológica está afectado en dichas células.

De acuerdo con los investigadores, este estudio abre un amplio abanico de posibles aplicaciones clínicas y sitúa a Aurora A en el “centro de futuras investigaciones en el campo de enfermedades de etiología autoinmune o en casos de rechazo frente a trasplantes”.

Además, subraya el profesor Sánchez Madrid, tiene implicaciones en la acción de los inhibidores específicos ya existentes en el tratamiento de linfomas y leucemias. Como conclusión, añade el investigador del CNIC, “Aurora A es sin duda una prometedora diana terapéutica en el campo de la inmunología”.

(SERVIMEDIA)
19 Abr 2016
CJC/gja