El motín, protagonizado por internos del tercer módulo de la cárcel, terminó hacia las dos de la tarde sin que se produjese ningún herido ni incidentes de mayor importania.

Las mismas fuentes explicaron que el orden se restableció cuando los amotinados consiguieron negociar sus peticiones con los responsables de la prisión.

Además de las reivindicaciones de una mejora en la calidad de la comida y de recibir más asistencia médica los fines de semana, los presos solicitaban estar más informados sobre la situación judicial de sus causas, según señaló el director general de Instituciones Penitenciarias, Ignasi García Clavel.

La juez de vigilancia penitenciaria e la Trinitat, Remei Bona, y el director del centro formaron parte de una comisión que entró a negociar con los amotinados para que liberaran a sus rehenes.

En la cárcel de jóvenes de Barcelona hay un total de 340 reclusos de edades comprendidas entre los 16 y los 21 años.