Camarero criticó las "discriminaciones inaceptables" que siguen sufriendo los gitanos y aplaudió que la reciente reforma del Código Penal permite perseguir delitos de odio. Sin embargo, dijo, "por mucho que digan las leyes" la "igualdad real" no llegará hasta que la palpen "todas y todos los gitanos todos los días del año".

Por ello, se sumó a las peticiones del colectivo de tener un trabajo (con autoempleo y normalización) y una vivienda dignos (acabar con el chabolismo) y asegurar la educación de los niños gitanos, que presentan altas tasas de abandono prematuro. La secretaria de Estado recordó que la Estrategia Nacional enfocada a esta población, a través el programa de empleo 'Acceder', ha posibilitado que 58.000 gitanos, mayoritariamente jóvenes y mujeres, entren en el mercado laboral.

ESTRATEGIA EN MADRID

El consejero de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid, Carlos Izquierdo, anunció que el Gobierno autonómico de Cristina Cifuentes pondrá en marcha "en muy pocos meses" una estrategia de inclusión social de la población gitana. La iniciativa, que responde a la recomendación del Ejecutivo central de buscar la "normalización" de los gitanos, contará con seis tipos de medidas: empleo, educación, vivienda, socio-sanitarias, de cultura, ciudadanía e igualdad de género y de no discriminación.

Desde el Ayuntamiento de Madrid, su directora de Igualdad, Ana Buñuel, subrayó que los gitanos "tienen el estigma de ser la minoría más rechazada de Europa". También recordó que el equipo de Manuela Carmena dará la batalla para que se deje de utilizar el término "trapacero" de forma negativa y para retirar las imágenes de televisión "que no se corresponden con la realidad" de los gitanos, que en Madrid capital son unos 70.000.

EMOCIÓN

El acto concluyó con el himno de los gitanos y la 'ceremonia del río', en la que los asistentes participaron visiblemente emocionados lanzando pétalos de flores al Manzanares, gesto que repiten gitanos en todo el mundo.

En su nombre, y en "el de todos los antepasados" que "murieron sólo por ser gitanos", habló Diego Fernández, director del Instituto de Cultura Gitana del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que recordó especialmente a algunos de ellos, como los 700.000 que perecieron tras la II Guerra Mundial.

Rosa Vázquez, de la asociación madrileña Alboreá, exigió "políticas específicas" y reivindivó la "españolidad" de los gitanos. "Aunque nuestro país ha sido modelo en inclusión queda mucho para que sea el referente deseado", añadió.

Por su parte, Antonio Vázquez, vicepresidente del Consejo Estatal del Pueblo Gitano

recordó a los gitanos que sufren como expulsados, inmigrantes y refugiados dentro y a las puertas de Europa e hizo hincapié en la necesidad de "reconocimiento" de las instituciones "para avanzar hacia la plena ciudadanía", con "un tratamiento político nuevo" que les permita ser partícipes de su propio desarrollo.