Rajoy respondió de esta forma en su turno de réplica a las críticas vertidas por la mayoría de los grupos parlamentarios al acuerdo que suscribió en Bruselas con el resto de los jefes de Estado y de Gobierno y que contempla la expulsión a Turquía de los refugiados que lleguen a las islas griegas.

“Creo que hacía e hice lo que tenía que hacer sin más interés que ayudar a resolver un problema, y sin estar absolutamente convencido de que el 100% de las decisiones era el 100% de las que tenía que tomar”, reconoció Rajoy. Explicó que “nadie puede imponer el total de su voluntad y pretensiones” en una reunión de este tipo.

El jefe del Ejecutivo en funciones reconoció que, “probablemente”, cada uno de los grupos “tenga sus razones” para criticar el acuerdo en su totalidad o en parte, pero insistió en que “cuando 28 jefes de Estado de ideologías radicalmente diferentes” apoyan el mismo texto “algo bueno tendrá esa propuesta”.

“No es creíble que los 28 no tengan razón en nada aunque piensen de forma diferente y algunos aspirantes a mesías crean tener razón en todo, no es creíble”, dijo Rajoy, que afeó al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, su “nivel académico” y que se presentara en la Cámara con “los papeles equivocados”, por lo que “cae en el peligro de hacer el ridículo”.

"UN POQUITO DE MODERACIÓN"

Rajoy pidió, además, al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, “un poquito de moderación”. “Aprenda de mí, que en eso soy muy bueno”, le trasladó. Le reprochó que diga que el acuerdo es "una vergüenza" y "entierra el derecho de asilo". "Se puede decir de otra manera, porque suena muy mal”, ironizó.

El jefe del Ejecutivo en funciones pidió al líder de la formación que “no se apropie de los sentimientos”, porque son “patrimonio de todos”, al igual que lo son de los derechos humanos, del derecho a la vida o del derecho de asilo. “Los defendemos todos, no son suyos”, dijo.

En un tono especialmente irónico, Rajoy respondió al portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, que en “el grupo de gente que conforman” los jefes de Estado y de Gobierno que integran el Consejo Europeo “hay buena gente”. “Luego estamos algunos que puede que seamos un poco más complicados”, bromeó.

"COINCIDIMOS ABSOLUTAMENTE"

En respuesta al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, Rajoy le llegó a reconocer sus semejanzas. “Si es que coincidimos absolutamente, los derechos humanos siempre se han garantizado”, defendió.

Respecto al Consejo Europeo de febrero, que trató la posible salida de Reino Unido de la Unión Europea, el conocido como ‘Brexit’, trasladó a Rivera que "es muy importante que las cosas en el Reino Unido salgan bien”. Reconoció que no compareció expresamente para hablar del 'Brexit'.

En su respuesta al resto de los portavoces parlamentarios, Rajoy pidió a la diputada de ERC Ana María Surra, de origen uruguayo, que sea “generosa” porque es la única “refugiada”, pero no la única que puede hablar sobre el tema. “Me alegro de que haya encontrado un lugar seguro y en paz en mi país, que se llama España, me hace querer más a mi país, es de acogida”, subrayó.

Al portavoz de DiL en el Congreso, Francesc Homs, le trasladó que es “un desastre” que su grupo “hable mal de España” y “venda un producto ilegal y contrario a las normas y a la Constitución que nos dimos entre todos”. Rechazó que sea “un figurante” y “un invitado de piedra” en Bruselas.

Además, el presidente del Gobierno en funciones reprochó al portavoz de IU-UP, Alberto Garzón, que “una cosa es hablar” y “otra es convertir los buenos deseos en realidades”. Lamentó que Garzón no esté “de acuerdo en nada sobre la UE”, que consideró “el espacio del mundo mejor”.