Rajoy realizó estas declaraciones durante su comparecencia a petición propia en el Congreso de los Diputados para dar cuenta del Consejo Europeo del pasado 18 de marzo que abordó la crisis de refugiados y que también habían solicitado el PSOE y Podemos tras la negativa inicial a comparecer del presidente del Gobierno en funciones.

“El desafío al que se está enfrentando Europa es enorme, pero si algún país está preparado para responder a este reto es España, porque es la voluntad de los españoles y será el empeño, sea quien sea, de su gobierno”, afirmó Rajoy.

El jefe del Ejecutivo en funciones, que advirtió de que se trata de un “asunto ciertamente complejo y difícil de abordar con solidaridad”, reconoció “lentitud” en el proceso de reubicación de 16.000 refugiados procedentes de Italia y Grecia comprometido en septiembre de 2015. “A veces con exasperante lentitud”, lamentó.

Sin embargo, Rajoy destacó que este proceso “se está acelerando en las últimas semanas". Agregó que España está "entre los primeros países" que se han mostrado dispuestos a reubicar refugiados.

Apuntó igualmente que España es uno de los 15 Estados de la UE que disponen de programas de “reasentamiento aprobados con periodicidad anual” y afirmó que en 2015 un total de 5.000 sirios solicitaron derecho de asilo en España y 15.000 más de otras nacionalidades.

DEFENSA DEL ACUERDO

Rajoy advirtió a la Cámara de que se trata de “un problema que nos va a acompañar durante mucho tiempo" y "que hemos de resolver conjuntamente”, y abogó por “una respuesta conjunta que debe transformar el problema en un reto y el reto en oportunidades”.

Lo hizo después de defender el acuerdo de la UE alcanzado con Ankara para la expulsión a Turquía de los refugiados que lleguen a las islas griegas y dijo que cumplió el "mandato" de la Cámara aprobado por todos los grupos parlamentarios el 16 de marzo.

Rajoy subrayó que España mostró “su preocupación” porque el acuerdo al que finalmente se llegara en el marco del Consejo Europeo “respetara escrupulosamente” el derecho internacional y europeo. “España advirtió de que no podía aceptar soluciones que no respetaran plenamente esa legalidad”, subrayó.

El jefe del Ejecutivo en funciones puso el acento en que viajó a Bruselas con “el mandato” de que España se opusiera “firmemente”, entre otras cosas, a la adopción de cualquier acuerdo con Turquía que conllevara “directa o indirectamente” expulsiones colectivas, así como “una referencia expresa a la tramitación individualizada de los expedientes de solicitud de asilo”.

“Tras lograr que se incluyeran estas dos referencias pude apoyar el resto de la declaración”, alegó Rajoy, para explicar que lo aprobado en Bruselas “cumple” el mandato de la declaración institucional de la Comisión Mixta para la UE.

Rajoy defendió que con el acuerdo alcanzado con Ankara lo que la UE y España han querido lograr es “de manera primordial” evitar la pérdida de vidas humanas a través de la disuasión a las personas "de que se expongan a viajes muy peligrosos para su integridad física y para su vida”. Recordó que el año pasado perdieron la vida en la travesía del Egeo 805 personas y en lo que va de 2016 se han registrado 714 muertes.

El presidente del Gobierno en funciones dio también explicaciones en relación a la reunión que los jefes de Estado y de Gobierno celebraron los días 18 y 19 de febrero que trató el llamado ‘Brexit’ o posible salida de Reino Unido de la Unión Europea y que estaba pendiente.

“Detrás de estas negociaciones hay un deseo compartido de mantener al Reino Unido como miembro, pero preservando los valores de la UE”, afirmó, para asegurar que el contenido de la decisión "se enmarca en el respeto de esta doble condición". Confió, a este respecto, en “un debate fructífero de cara al referéndum del 23 de junio”.