En declaraciones en TVE recogidas por Servimedia, Lambán se defendió de las acusaciones de Montoro a las comunidades autónomas responsabilizándolas de la desviación del déficit público, que cerró 2015 en el 5,16% del PIB, cuando el objetivo era del 4,2%.

“Fue responsabilidad de mi antecesora. Rudi fue la autora de la práctica totalidad del gasto de 2015”, manifestó el presidente aragonés.

A su juicio, el problema de las autonomías es “gravísimo” y si no se soluciona por la vía de una revisión “a fondo” del sistema de financiación, están “condenadas a la inviabilidad”, por lo que servicios públicos básicos como la sanidad o la educación serán inviables.

Por ello, aseguró que para cumplir el déficit tendría que pedir a los médicos que no emitieran recetas y cerrar quirófanos, porque si no es “absolutamente imposible” cumplir los objetivos de Montoro.

A su juicio, los objetivos marcados por Hacienda “son injustos y penalizan el gasto público” en servicios sociales, al tiempo que calificó de “demagogia política” la acusación del ministro a las CCAA sobre la situación económica.

GOBIERNO SECTARIO

Para Lambán, el Gobierno del PP “ha manejado de manera absolutamente sectaria la gestión del déficit”, porque mientras la Comisión Europea permitía a España un objetivo del 2,8% del PIB, a las CCAA se les permitía el 0,3%.

“Si el déficit se repartiera de una manera justa, la Administración debería poder utilizar una parte equivalente y, por tanto, las comunidades autónomas llegar hasta prácticamente el 1% del Producto Interior Bruto”.

Pero el Gobierno del PP “se ha empeñado en que la Administración central no se apriete el cinturón y todo el sacrificio recaiga sobre las CCAA, y esto es absolutamente rechazable”, denunció.

A su juicio, es “absolutamente demagógica” la estrategia de Montoro de culpar a los nuevos gobiernos de coalición autonómicos, porque, en su caso, “la aplicación de su pacto de investidura, en materia de gasto, a lo largo de 2015 no tuvo ninguna aplicación ni plasmación”.

Lambán aseguró que el pasado año no gastó “ni un euro” de su pacto de investidura con Podemos, Chunta Aragonesista e Izquierda Unida.