El Santander traslada a sus empleados que "inevitablemente" su proceso de transformación implica "reducción" de plantilla
- El banco comunicó ayer a los sindicatos que "concentrará" 450 oficinas
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, se dirigió este jueves a sus empleados mediante un correo electrónico para comunicarles que el proceso de transformación por el que atraviesa la entidad implica una "reducción" del número de personas, si bien no especifica la cifra.
En la citada comunicación, a la que ha tenido acceso Servimedia, Álvarez subraya que "inevitablemente" las medidas que desarrollará en los próximos meses el banco tienen como consecuencia "una reducción del número de personas en el centro corporativo y en Santander España".
No obstante, apunta que estas bajas se ejecutarán, "principalmente y en la medida de los posible, a través de movilidad interna dentro del Grupo y mediante fórmulas que se van a negociar con los representantes de los trabajadores".
En este sentido, recordó que en la tarde de ayer se iniciaron las negociaciones con los sindicatos, "que espero cristalicen en un acuerdo, al igual que ha sucedido en anteriores ocasiones".
"Tenemos grandes retos y oportunidades por delante. El proceso de transformación implica tomar decisiones difíciles, pero es fundamental para asegurar nuestro liderazgo en los próximos años", apostilló Álvarez.
Para el directivo de la entidad, el actual entorno hace necesario profundizar en los planes de transformación del banco, a lo que se suma que "nuestros competidores están acometiendo procesos similares y nosotros debemos anticiparnos".
Entre las medidas anunciadas figuran desplegar el nuevo concepto de sucursal, más multicanal y enfocado en atención especializada al cliente, "una vez que ya ha sido testado y está funcionando muy bien".
Para ello se van a adaptar al nuevo modelo corporativo 350 oficinas en 2016, que llegarán hasta las 1.000 en el ejercicio 2018. Junto a ello, el banco seguirá realizando inversiones, como por ejemplo para dotar a las oficinas de unos cajeros automáticos más modernos y con más funcionalidades.
Por otra parte, el banco anunció su intención de "concentrar" alrededor de 450 oficinas pequeñas con menor capacidad de servicio (el 72% de ellas tiene entre uno y tres empleados) para conseguir tener otras "más grandes, con más recursos humanos y técnicos, más rentables, y manteniendo nuestra presencia en todo el territorio nacional y en las poblaciones en las que estamos actualmente".
Esto supone, en la práctica, cerrar 450 sucursales e intentar recolocar a parte de los empleados en otras oficinas, si bien otros tendrán que salir de la entidad.
CENTRO CORPORATIVO
En cuanto al centro corporativo (la Ciudad Financiera situada en Boadilla del Monte), Álvarez explica que va a seguir desarrollando funciones clave de gestión, y de supervisión y control de las unidades del grupo.
"Queremos construir un centro corporativo que apoye de la forma más eficiente nuestro crecimiento en la próxima década", manifestó el consejero delegado.
En este punto, destaca la "simplificación y digitalización" de procesos, con el objetivo de mejorar la productividad y aportar mayor valor a los países, poniendo a disposición de los empleados mejores herramientas de trabajo.
Por otra parte, el número dos del banco señaló que se producirá una "reordenación" de funciones, evitando solapamientos y duplicidades y la dispersión de funciones similares entre distintas divisiones, al mismo tiempo que se trabajará en la "optimización" de costes, analizando los recursos humanos y presupuestarios asignados a las distintas funciones con el objetivo de potenciar las más estratégicas y dejar de hacer aquellas que aportan menos valor.
REVOLUCIÓN DIGITAL
El directivo de la entidad justifica las decisiones adoptadas en que el sector financiero está viviendo una época "de grandes cambios" y que la revolución digital "está permitiendo la entrada de nuevos competidores en el negocio financiero y modificando la forma en la que se relacionan las personas".
"Nuestros clientes son cada vez más exigentes y poseen más información que nunca, lo que pone más presión sobre las entidades a la hora de ofrecer productos y servicios mejores y a precios más competitivos", incide Álvarez.
El consejero delegado del banco admite que en el contexto económico y financiero se "está presionando la rentabilidad del sector a la baja" con un entorno de tipos de interés, "estructuralmente bajos, y una débil demanda de crédito que limita el crecimiento de nuestros ingresos".
Álvarez también lo achaca al "fuerte" incremento de los costes regulatorios, tanto en términos de mayores niveles de capital y liquidez, como de las inversiones que los bancos han de hacer en recursos y tecnología para cumplir con las nuevas normativas, "lo que en general ha encarecido mucho el coste de operar en el sector".
"Si queremos alcanzar nuestra visión de ser el mejor banco comercial, debemos construir una organización que gire totalmente alrededor del cliente", argumentó.
Por último, dice a sus empleados que Santander siempre ha sido una "referencia" entre sus competidores internacionales en términos de eficiencia, gracias a su modelo de negocio con un centro corporativo "fuerte y masa crítica en diez mercados principales".
(SERVIMEDIA)
01 Abr 2016
GFM/caa