El fondo, uno de los mayores del Gobierno sueco, ha pedido en los últimos años a las empresas en las que invierte que evalúen sus políticas de incentivos y presenten los resultados en sus juntas de accionistas. Sin embargo, muy pocas compañías habrían respondido a esa petición.

El endurecimiento de la postura del fondo con respecto al pago de bonos a directivos no asociados al cumplimiento de objetivos financieros a largo plazo, tiene por objetivo evitar que estos ejecutivos adopten políticas de riesgo para la obtención de beneficios a corto plazo.

Asimismo, AP1 también ha anunciado que presionará a las empresas en las que invierte para que mejoren su sostenibilidad y representación femenina en el los consejos de administración.