En un comunicado, la CRUE criticó la falta del desarrollo normativo sobre la evaluación final de Bachillerato, algo que a su juicio dificulta en gran manera la tarea que la ley encarga a las universidades de fijar sus propios criterios de admisión (exámenes, entrevistas, la nota de asignaturas concretas…) con un año de antelación.

Por eso, instó al Ministerio a que en el curso 2016/2017 se realice una prueba de acceso y admisión a la Universidad con una estructura y organización similares a la actual selectividad, con las adaptaciones necesarias para evaluar las nuevas asignaturas troncales y de opción que contempla la Lomce.

De este modo se podría determinar la nota de acceso a la Universidad con un modelo similar al actual para las enseñanzas universitarias oficiales de grado, que garantice la seguridad jurídica de los estudiantes de Bachillerato, especialmente los de primer curso.

Dado que no existe ninguna seguridad sobre el sistema que cada universidad arbitrará para determinar sus criterios de ingreso, estos alumnos son víctimas, según la CRUE, de una grave incertidumbre e inseguridad, pues por ejemplo desconocen qué asignaturas deberían escoger de cara a realizar los estudios de su elección.