Violencia género. Investigadores extremeños trabajan en un dispositivo camuflable para maltratadas que conviven con su agresor
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La Escuela de Ingenierías Industriales de la Universidad de Extremadura trabaja desde hace un año en un dispositivo para que las víctimas de violencia de género alerten sobre posibles agresiones y graben el sonido de las mismas para probarlas. La herramienta se dirigiría al 80% de las víctimas que no están protegidas por las pulseras de alejamiento y el sistema Atempro y conviven con el agresor.
En declaraciones a Servimedia, la profesora Raquel Pérez-Aloe Valverde, codirectora del proyecto junto a su colega Miguel Ángel Domínguez, indicó que, tras haber construido el prototipo, la siguiente fase es tratar de miniaturizarlo y aumentar sus prestaciones y desarrollo, para que las víctimas puedan llevarlo en cualquier complemento de ropa, como pulseras, colgantes, pendientes, botones o relojes, sin que el agresor lo identifique. El dispositivo 'camuflable' permitirá “trabajar sobre una estrategia de apoyo a las víctimas que no estén arropadas bajo los paraguas actuales de protección”, agregó.
La investigadora recordó que la idea les llegó a través de la Asociación Alma contra la Violencia de Género, a quien la universidad extremeña cederá las patentes del proyecto.
Gregorio Gómez Mata, impulsor de la iniciativa desde la citada asociación, explicó que, si el dispositivo se llega a implantar, su servicio podría llegar a la mayoría de las víctimas de violencia machista, que son las que no están protegidas y sufren esta lacra en silencio, ya que las pulseras de alejamiento dependen de una decisión judicial (y no hay repartidas más de 800) y el sistema Atempro tiene como requisito no convivir con el agresor.
En resumen, el dispositivo extremeño busca “ampliar el espectro de utilización de protocolos actuales, extenderlas a todas las víctimas que no han denunciado y siguen conviviendo con el maltratador”.
Además, según dijo a Servimedia, podrían utilizarlo mujeres especialmente vulnerables, que no posean conocimientos tecnológicos, tengan edad más avanzada y vivan en zonas rurales, una vez que también se salven ciertos problemas de conectividad y cobertura.
SOCORRISTA ANÓNIMO
Según Gómez Mata, en caso de alerta, la persona de confianza que eligiese la víctima recibiría un aviso para que, siguiendo un protocolo de seguridad, llamase o interviniese ante la agresión. Este “socorrista anónimo” haría las labores que, salvando la distancia, realiza el famoso “encantador de perros” de la televisión: “Dar un toque” al agresor para poder ganar unos segundos que pueden ser vitales para salvar la vida de la mujer.
Según el protocolo que se establezca con la participación de diversos profesionales (aún por definir), una llamada al teléfono, la visita inesperada de un vecino que pide un favor o el sonido del timbre podrían contribuir a ello, dijo el responsable de la asociación.
Ahora busca vías de financiación y convenios con diversas firmas para, tras reducir el tamaño del dispositivo para poder camuflarlo en la ropa de las mujeres, se desarrollen también aplicaciones que permitan el seguimiento de la víctima y un protocolo en colaboración con los servicios sociales y las fuerzas de seguridad en caso de alerta.
La Asociación Alma contra la Violencia de Género va más allá con este prototipo, que, por otro lado, no supondría más de 350 euros por unidad (según sus cálculos serían 175 euros si se puede utilizar el móvil de la usuaria), pues podría servir también para socorrer ante determinadas emergencias a otros colectivos vulnerables, como personas con discapacidad o mayores con alzhéimer.
(SERVIMEDIA)
13 Mar 2016
AHP/caa