La crisis impide que más 300.000 jóvenes se emancipen de sus padres

- Ocho de cada 10 jóvenes hasta 30 años siguen viviendo en el hogar familiar

MADRID
SERVIMEDIA

Más de 300.000 jóvenes españoles no vivirían en el hogar familiar si hubiese seguido la tendencia de emancipación de 2008. Esto hace que ocho de cada 10 jóvenes de hasta 30 años vivan con sus padres y que, como ocurría con sus abuelos, varias generaciones convivan bajo el mismo techo para evitar la pobreza.

Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden del X Observatorio de Emancipación presentado este lunes en Madrid por el Consejo de la Juventud de España (CJE), elaborado con diversos datos estadísticos oficiales sobre el primer semestre de 2015.

El observatorio refleja que sólo el 20,8% de los menores de 30 años están emancipados, y de ellos sólo el 15,7% tiene recursos suficientes para poder vivir solo.

De hecho, según Víctor Reloba, responsable de la Comisión Socioeconómica del CJE, el peligro futuro es que los jóvenes estén condenados a una sensación de “incertidumbre vital”, provocada por tener que rotar entre empleos parciales y temporales y la imposibilidad de hipotecarse.

SIN PROYECTO DE VIDA PROPIO

“Va a haber una población ya no tan joven que no tiene un proyecto de vida propio, con más dependencia de la familia, como la situación que vivían los abuelos, en la que dentro del hogar familiar se encadenaban varias generaciones”, subrayó. Además, dijo, hay que sumar a esa situación el peligro de la sostenibilidad del Estado de bienestar y de las pensiones.

En esta línea, el observatorio refleja que el 64,1% de los jóvenes no están trabajando y el 60% de quienes lo hacen percibe menos de mil euros netos al mes. Es más, sólo el 10% de quienes trabajan e ingresan más de 1.840 euros al mes pueden comprar una vivienda.

Por ello, una persona joven debería destinar casi el 60% de su salario a comprar una casa (de 51,2 metros cuadrados máximo), para lo que tendría que cobrar un 95% más de lo que cobra.

ESTRATEGIA FRENTE A LA POBREZA

Según destacó Reloba, los jóvenes españoles continúan viviendo con sus padres como “estrategia” para evitar el riesgo de pobreza, que afectaría al 36% de los jóvenes españoles, riesgo que tampoco desaparece tras encontrar un trabajo.

Según dijo, “un tercio de la población joven ocupada sigue estando en riesgo”, lo que se opone a los “discursos triunfalistas” oficiales.

La tasa de pobreza ha aumentado un 7% entre 2008 y 2014 en la población joven, especialmente en la población de entre 30 y 35 años, en la que ha aumentado la tasa de pobreza un 22%.

Pero quienes se emancipan, subrayó, tampoco lo hacen en las mejores condiciones, pues la juventud suele acabar en una especie de guetos: barrios periféricos, más degradados socialmente y con peores servicios públicos.

AGENDA POLÍTICA

Por ello, el CJE pide que “estos problemas de la juventud entren en la agenda política” en este momento “en el que se habla de pactos y debates” y en el que son necesarios acuerdos.

Según el responsable socioeconómico del CJE, los futuros gobernantes deberían revisar los presupuestos destinados a políticas de infancia, juventud y educación, ya que, según los datos que maneja, entre 1985 y 2000 el gasto en la tercera edad fue 35 veces superior que el destinado a esas políticas. “Esto habla de las prioridades políticas que ha habido en España”, dijo.

Como ocurre en otros ámbitos, las mujeres jóvenes sufren una mayor discriminación, como puede verse en el acceso a un empleo (están más sobrecualificadas que los hombres) y a la maternidad. “Hablar de madres jóvenes es hablar de unicornios, cuesta encontrarlos”, subrayó Reloba.

(SERVIMEDIA)
29 Feb 2016
AHP/caa