Zapatero rechaza la disyuntiva entre crear empleo o dar subsidios, porque hoy muchos sólo pueden acceder a éstos
- Asegura que de cómo se replantee la economía en estos dos años "dependerá la forma de vida de una generación"
- Sugiere que los jóvenes desempleados de la construcción trabajen en las nuevas tecnologías
- Dice que rebelarse contra un impuesto, como pretende Aguirre, es "impensable" en el centro-derecha europeo
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, rechazó este sábado la "demagogia" del PP al criticar que "el Gobierno sólo da subsidios" cuando "lo que quiere la gente es empleo", calificando de "falso" ese debate porque "hoy la única posibilidad para algunos es el subsidio". "Soy el primero que sé que la gente quiere trabajar, pero, mientras la economía no cree empleo, vamos a mantener los subsidios", sentenció.
Zapatero pronunció estas palabras en su discurso de clausura del congreso del PSOE de Andalucía, que dijo que no es "un congreso más", por el cambio de liderazgo en el partido y porque se vive "un momento de gran trascendencia", tras la "primera crisis de la globalización". Aseguró: "Lo que se haga en estos dos años, la línea que sigamos, el objetivo de futuro y el camino que tracemos para la nueva etapa económica determinará la forma de vida de toda una generación. Lo que suceda en un año o dos tendrá más importancia que lo que haya sucedido en 15 años".
El presidente dijo saber bien "lo que ha fallado": el "dogma de la no regulación en los mercados", desmentido porque "se ha demostrado que el mercado también tiene capacidad de autodestruirse". Por ello, abogó por unos "mercados libres de todo, menos de principios y reglas para que sirvan al bienestar y interés general y no a la especulación", y por un "crecimiento sólido y sostenible", con creación de un empleo "más digno" y cualificado del que hubo durante los de bonanza.
Formuló tres recetas. La primera, "poner reglas y orden en los mercados financieros" para que "el ahorro de todos, que es el dinero de los bancos, sirva para dar créditos y no para la especulación". En este sentido, sugirió a "aquéllos que hablan todo el día de reformas estructurales" que "empiecen por lo más importante: un sistema financiero que sirva a la economía y no a sí mismo".
Su segunda receta fue la apuesta por la innovación y la investigación. A este respecto, señaló que España está en "mejores condiciones" que tras crisis anteriores, por el "extraordinario avance en educación" y por el acceso a las tecnologías de la información, en las que apuntó que podrían recolocarse "muchos jóvenes" desempleados en la construcción pero que se manejan bien en ellas.
En este sentido, Zapatero denunció que en 10 años "se construyeron las viviendas que había que hacer en 20", lo que duplicó el número de trabajadores empleados allí y que ahora se han ido al paro. A su juicio, "esto no puede repetirse" y "hay que poner orden" porque "la causa es la misma que en el sector financiero: no poner normas". Por ello, criticó la liberalización del suelo del PP y abogó por más alquiler, más viviendas protegidas y más rehabilitación, para "frenar la ocupación de hectáreas y hectáreas".
POLÍTICAS SOCIALES
En tercer lugar, Zapatero reafirmó su apuesta por la cohesión social y proclamó que, mientras "sea presidente, las políticas sociales no tendrán recortes", porque "lo que hace a un país más fuerte cada día, más competitivo", es incrementar las becas, extender la educación infantil e invertir en esta área. "La competitividad y empleabilidad se llama formación y educación", aseguró, rematando: "Si parásemos en inversión educativa perderíamos el futuro".
Zapatero reivindicó también sus políticas de igualdad y conciliación, las ayudas a la natalidad, la renta de emancipación y la ley de dependencia (que aventuró que será aquélla por la que se "recordará más" a sus gobiernos) para advertir que "todo esto" es lo que el PP le pide que recorte cuando habla de reducir el gasto y pedir "medidas impopulares y sacrificios". "Que empiecen por ellos mismos", les espetó, "que hagan algún sacrificio, que no lo han hecho en su vida".
En esa línea, cuestionó que el PP reclame "sacrificios bien repartidos" cuando a la vez hace algo "inaceptable" e "impensable en los partidos de centro-derecha" europeos: "Llamar a la rebelión por una decisión democráticamente adoptada por el Gobierno", como la subida del IVA, y se refirió con ironía al presidente popular, Mariano Rajoy, indicando que "conociéndole, irá a firmar el primero" en la campaña anunciada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Finalmente, Zapatero reivindicó el Fondo de Invesión Local, el aumento del 30% de las pensiones mínimas y la extensión de las líneas de AVE, y aseguró que el mismo papel desempeñará para el futuro de España la ley de economía sostenible.
En resumen, el presidente reiteró que, "de lo que hagamos ahora, va a depender la forma de vida de una generación y el papel de España en el mundo", afirmando que nos encontramos ante "un reto de tanto calado como el de 1982" para la modernización del país. Para afrontarlo, apeló a "la fuerza" de las "convicciones socialistas" y a la afirmación de la supuesta "superioridad intelectual y política" de sus "valores" y "principios". "El PP no puede dar ni una sola lección a este partido en cuanto a compromiso, progreso, mejora y confianza plena en Andalucía y en España", remató.
(SERVIMEDIA)
13 Mar 2010
KRT/lmb