Jan Egeland, asesor del enviado de la ONU para Siria, indicó después de la segunda reunión de este grupo humanitario en Ginebra (Suiza) que en la última semana se han logrado algunos avances en Siria, como la entrada desde ayer de 114 camiones cargados de ayuda básica para 80.000 personas en zonas sitiadas, según informó Naciones Unidas.

Egeland indicó que este cargamento es sólo el principio de lo que podría ser un flujo continuo de asistencia, según acordó el Grupo Internacional de Apoyo a Siria, y que la siguiente fase será llegar a todas las áreas asediadas, incluido el norte de Alepo, un objetivo que se espera cumplir durante la próxima semana.

Agregó que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) tiene un plan para el lanzamiento de suministros desde el aire y que cuenta con el apoyo de varios Estados para desarrollar esta operación.

Por su parte, la portavoz del PMA para Siria, Dina El-Kassaby, explicó en una entrevista desde El Cairo (Egipto) con Radio ONU lo que ha encontrado en el terreno el personal de esta agencia de Naciones Unidas: “Lo que hemos visto es gente con señales claras de padecer hambre. Gente extremadamente delgada y muchos niños muy pequeños para su edad. La gente le ha dicho a nuestros trabajadores que han sobrevivido comiendo pasto y muy poco arroz, un producto que se vende sumamente caro comparado con los precios del mercado en Damasco, por ejemplo”.

El-Kassaby consideró esperanzador para la paz en Siria que se haya conseguido el paso de la ayuda humanitaria, pero recordó que las necesidades de alimentos, medicinas y otras provisiones básicas son constantes, por lo que instó a mantener abiertos los canales indefinidamente y, sobre todo, a encontrar una solución al conflicto.