Así se pronunció el ministro durante la inauguración en la jornada ‘España-Israel: 30 años de Historia Compartida’, que se celebró en el Centro Sefarad-Israel. Al acto también asistió el embajador de Israel en España, Daniel Kutner.

En ese sentido, Margallo subrayó que 1986 fue un “año clave” para España, ya que se produjo la entrada del país en la Comunidad Económica Europea, se celebró el referéndum de permanencia en la OTAN y tuvo lugar el establecimiento de las relaciones con Israel, hito en el que la participación del expresidente del Gobierno Felipe González fue determinante.

“El establecimiento de las relaciones entre ambos países permitió superar una anomalía histórica e inexplicable entre dos países con un pasado común”, sentenció.

Esto le sirvió para manifestar que el establecimiento de las relaciones entre ambos países permitió el “encuentro” entre Sefarad y los sefardíes llenando un “vacío” que se prolongó durante 500 años.

Por ello, el titular de Exteriores en funciones tuvo un recuerdo para aquellos diplomáticos españoles que salvaron la vida de miles de judíos durante el Holocausto y mostró su orgullo por haber promovido la ley para la concesión de la nacionalidad española para aquellos judíos de origen sefardí.

Por otro lado, Margallo recordó que actualmente Oriente Próximo vive un “deterioro de la seguridad”, del que Israel no es inmune, lo que le sirvió para reiterar que el conflicto árabe israelí sólo se superará con una “paz justa y duradera entre las partes” y para ofrecer a Madrid como el escenario idóneo para que se produzcan las conversaciones que la hagan posible.

Por último, el ministro llamó profundizar las relaciones bilaterales entre ambos países, ya que España ha encontrado en Israel “un socio con el que proyectar su imagen más allá del Mediterráneo y con el que avanzar hacia la paz”.

"VISIÓN REDUCCIONISTA"

Por su parte, Kutner dijo que España e Israel deben proyectarse hacia el futuro sin olvidar su pasado común, al tiempo que explicó que la proliferación del yihadismo, las guerras cibernéticas y la crisis de los refugiados son algunas de las cuestiones que han de marcar los ejes de la agenda bilateral

Por último, contrapuso el “aprecio y admiración” que existe en el país hebreo hacia lo español con la visión “reductora y reduccionista” de parte de la sociedad española hacia lo israelí, lo que denota “desconocimiento sobre Israel”.

Esto ocurre, continuó, por la “obsesión informativa y el sesgo” con el que informan los medios de comunicación españoles del conflicto árabeisraelí.

“Hay que hacer porque los españoles se hagan una idea más amplia de la realidad israelí”, concluyó.