Reconstruyen la 'supererupción' que hace 39.000 años retrasó la expansión del hombre moderno en Europa

MADRID
SERVIMEDIA

Investigadores del Barcelona Supercomputing Center–Centro Nacional de Supercomputación y del Istituto Nazionale de Geofísica e Vulcanología de Italia han reconstruido la 'supererupción' volcánica que hace 39.000 años realentizó la expansión del hombre moderno en Europa.

Mediante centenares de simulaciones ejecutadas en el superordenador MareNostrum, han logrado reconstruir todo lo que sucedió cuando se produjo la erupción Ignimbrita Campana. De este modo pudieron determinar que en la primera fase (Pliniana) la súpererupción generó una columna de 44 kilómetros de altura y dispersó 54 kilómetros cúbicos de depósitos de caída en las áreas más próximas (el actual sur de Italia).

Durante la segunda fase se dispersaron materiales más finos, con lo que la suma de los depósitos acumulados durante las dos fases equivaldría aproximadamente a ocho veces la parte visible del Everest o cien mil veces el estadio del Barcelona, añaden desde el centro barcelonés.

En total, la súpererupción Ignimbrita Campana cubrió con ceniza un área de más de tres millones de kílómetros cuadrados desde el Mediterráneo hasta la actual Siberia.

Las mayores acumulaciones de ceniza tuvieron lugar en las actuales Macedonia, Bulgaria y Rumanía, mientras que en regiones del Mediterráneo Oriental se acumularon capas de hasta diez centímetros.

Publicado en 'Nature Scientific', el estudio revela también que la emisión de cenizas y aerosoles en la estratosfera provocó un invierno volcánico que redujo en dos grados la temperatura global el siguiente año y en hasta cinco grados en Europa Occidental.

Más allá del impacto en el medio natural, la erupción Ignimbrita Campana es un fenómeno al que se atribuye un importante impacto en la evolución de la especie humana en Europa, ya que tuvo lugar cuando el hombre moderno había comenzado a expandirse por el continente desde Oriente Medio desplazando a los neandertales.

Esta súpererupción, junto a los eventos del último período glacial, redujo notablemente el territorio europeo habitable y habría contribuido a ralentizar la transición del Paleolítico Medio al Paleolítico Superior, frenando la entrada del hombre moderno y reduciendo la población que ya se había asentado en la zona que devastaron sus cenizas. En cambio, Esta misma zona años después se convertiría en un territorio notablemente fértil y atractivo para los nuevos pobladores.

(SERVIMEDIA)
17 Feb 2016
AGQ/gja