Así se pronunció Margallo, en declaraciones a los periodistas en la Casa América de Madrid, acerca de los contenidos del Consejo Europeo que tendrá lugar los días 18 y 19 de febrero.

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, acudirá el 18 de febrero a Bruselas para participar en el Consejo Europeo en el que está previsto que se adopten decisiones de calado, como la oferta al primer ministro británico, David Cameron, para evitar que se consuma el 'Brexit' o medidas para hacer frente a la llegada de refugiados.

Ante el calado de las medidas que se pueden tomar en esa cumbre europea, el Gobierno ha reclamado sendos informes a la asesoría jurídica internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores y a la Abogacía del Estado para conocer si necesita el aval del Parlamento para dar el visto bueno a un acuerdo con el Reino Unido.

El propio Margallo comparecerá mañana en la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados para dar a conocer la posición de España ante esta cumbre europea.

"HABRÁ ACUERDO"

En ese sentido, el titular de Exteriores en funciones explicó que la “última incógnita” que quedaba por resolver ante esta cita era la posición de los países del Este, que son los que más podían resentirse en materia de libre circulación de personas. Finalmente, confirmó que “ni siquiera” estos países se opondrán al acuerdo.

Esto le sirvió para anunciar que, “a falta de flecos”, ningún país de la UE se opondrá al acuerdo con el Reino Unido, lo que permitirá al Gobierno de Cameron presentarse en “buenas condiciones” al referéndum mediante el que el pueblo británico debe refrendarlo.

A pesar del acuerdo, Margallo dijo que eso “no quiere decir que el referéndum tenga resultado evidente”, ya que las encuestas “dan mal” a la opción de la permanencia británica en el proyecto europeo.

Margallo manifestó que el ‘Brexit’ sería una “amputación” del proyecto europeo “extraordinariamente importante” en materia de principios y valores, así como en asuntos económicos, de seguridad y de defensa.

Por ello, dijo que es necesario esforzarse para convencer a los británicos de que su destino está dentro de la UE con sus “peculiaridades”. A pesar de ello, dijo que “en ningún caso, se impedirá el desarrollo del proyecto europeo” que pasa por desarrollar los Estados Unidos de Europa.