En un encuentro informativo, Vignolles subrayó que la operadora, en una decisión adoptada por el grupo Orange, decidió que las 550 bajas previstas en el proceso de ajuste del empleo derivado de la integración de Jazztel sean voluntarias.

En este sentido, agregó que la compañía no se propone “vetar, salvo excepciones de carácter muy específico”, a los empleados que decidan acogerse a una baja.

“Después de una reflexión en el grupo -Orange- hemos llegado a la conclusión de que podíamos llevar a cabo este plan a raíz de bajas exclusivamente voluntarias”, explicó Vignolles, quien agregó que esta decisión “es una muestra de nuestro compromiso social”.

Además, defendió que “en los últimos años tanto Orange como Jazztel hemos demostrado ser empresas altamente comprometidas con la creación de empleo, con un aumento del 50% de las plantillas en los últimos cinco años y la creación de más de 1.800 puestos de trabajo”.

Vignolles, que a principios de marzo abandonará su puesto al frente de la filial española, recordó también que en paralelo al proceso de bajas se producirá la incorporación de 300 nuevos empleados a los centros de atención a los clientes en Guadalajara y Oviedo.

El periodo de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) empezó el pasado 10 de febrero y tiene una duración máxima de un mes.