Según informó el Ayuntamiento de Madrid, el establecimiento, situado en la calle camino de Vinateros, del distrito de Moratalaz, fue inspeccionado alrededor de las 2.00 horas cuando 120 clientes, de los que 110 eran menores (la mayoría de ellos de un centro escolar de la zona), celebraban una fiesta.

Los policías observaron una “alarmante permisividad” en cuanto a la venta y consumo tanto de alcohol como de tabaco entre los asistentes. Aunque la inmensa mayoría de los clientes eran menores de edad, todos tenían acceso a ambos productos.

"ALGUNAS IRREGULARIDADES"

Tras solicitar la documentación a los presentes y comprobar su edad, los agentes avisaron a sus progenitores para informarles de los hechos y para que se hicieron cargo de ellos.

Con la situación bajo control, los agentes inspeccionaron administrativamente el local, observando “algunas irregularidades” que fueron denunciadas como “infracciones muy graves a la Ley de Espectáculos Públicos” por la “permisividad” observada y pusieron en conocimiento de la autoridad competente: la ausencia de cartel identificativo y de licencia de actividad.

Tampoco mostraba el cartel de derecho de admisión y el portero encargado de controlar el acceso al local carecía de la acreditación preceptiva.