Greenpeace alerta por San Valentín de que sin abejas no hay flores

- Repartirá tallos sin capullos este domingo a transeúntes de 23 ciudades para informar del descenso de polinizadores

MADRID
SERVIMEDIA

Un San Valentín sin flores no tiene sentido y un mundo sin abejas tampoco. Por ello, Greenpeace aprovecha el día de los enamorados, que se celebrará este domingo con motivo de San Valentín, para poner sobre la mesa una problemática que afecta a estos insectos encargados de la polinización, ya que están muriendo por el uso masivo de plaguicidas tóxicos en la agricultura industrial.

Greenpeace destacó que, junto con otros insectos, las abejas son las encargadas de polinizar no sólo las flores que estos días cobran un especial protagonismo, sino también el 90% de las plantas silvestres y el 75% de los cultivos para consumo humano a escala mundial.

Por ello, voluntarios de esta ONG saldrán este domingo a la calle en 23 ciudades (A Coruña, Albacete, Almería, Barcelona, Bilbao, Cádiz, Córdoba, Granada, Ibiza, Logroño, Madrid, Málaga, Mallorca, Murcia, Pamplona, Pontevedra, San Sebastián, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza) para alertar de esta situación y recoger firmas por la protección de las abejas.

Para ello, repartirán tallos sin capullos a los transeúntes, como símbolo de que sin abejas no habría flores. Las personas interesadas pueden sumarse a esta campaña firmando en la siguiente web: ‘https://salvalasabejas.greenpeace.es’.

“Las personas voluntarias de Greenpeace informarán de la importancia de las abejas, pero también de las amenazas a que se enfrentan y de las soluciones que tenemos que poner en marcha urgentemente para protegerlas”, afirmó Luís Ferreirim, responsable de la campaña de agricultura de Greenpeace España.

Ferreirim añadió que “las firmas que recojan se trasladarán al futuro Gobierno, para que tenga en cuenta a los cientos de miles de personas que quieren que se protejan a las abejas y demás polinizadores”.

PLAGUICIDAS

Por otro lado, Greenpeace subrayó que las abejas y otros insectos polinizadores son vitales para el equilibrio ecológico del planeta, y fundamentales para la biodiversidad y la seguridad alimentaria.

Así, apuntó que, en Europa, el 84% de los 264 principales cultivos (el 70% en España) y cerca de 4.000 variedades vegetales dependen de la polinización por insectos, una actividad que supone más de 265.000 millones de euros anuales (22.000 millones en Europa y más de 2.400 en España).

Pese a ello, Greenpeace lamentó que las poblaciones de abejas melíferas y de otros insectos polinizadores están en declive desde hace varios años. En España, el sector apícola viene denunciando mortandades medias de entre un 30 y 40%, pero Greenpeace concretó que, “lamentablemente, no hay un seguimiento que permita tener una cifra precisa”, en tanto que “la situación de los insectos polinizadores silvestres es aún peor”.

Greenpeace achacó este problema a varios factores que interactúan entre sí, como la agricultura industrial, el cambio climático, la pérdida y el deterioro de hábitats, los parásitos y las enfermedades, y las especies invasoras.

Indicó que algunas soluciones exigen inversiones a largo plazo, si bien prohibir el uso de los plaguicidas peligrosos para las abejas es una solución inmediata.

La ONG señaló que ése fue el camino seguido por la UE cuando en 2013 decidió prohibir cuatro plaguicidas peligrosos para las abejas (tres neonicotinoides y el fipronil), aunque Greenpeace apostilló que esas prohibiciones son parciales y no se aplican a todos los usos.

(SERVIMEDIA)
12 Feb 2016
MGR/caa