Muradas explicó que la sustitución de los sistemas más tradicionales, en los que la empresa asigna un vehículo a los empleados cuyo trabajo les obliga a realizar más desplazamientos o bien financia a base de dietas los kilómetros cubiertos en el vehículo particular o los desplazamientos en taxi, por sistemas de movilidad compartida resultaría mucho más económico para las compañías.

"Lo que nosotros planteamos", precisó el responsable de AlphaCity, "es que las empresas tengan una flota de vehículos de uso compartido, es decir, que no estén asignados a una persona en particular. De este modo el nivel de uso de cada vehículo sería muy superior y ello redundaría en una mayor eficiencia para las empresas".

El Foro de Movilidad analizó el impacto de las nuevas soluciones de vehículo compartido sobre la movilidad, entendida tanto como una necesidad de los particulares y las empresas como de un desafío para la organización de las ciudades del siglo XXI.

Para ello, se contó, además de con Álex Muradas, con Jaime Rodríguez, country manager de BlaBlaCar; con Javier Peña, director nacional de Distribución y Hostelería de Calidad Pascual, y del secretario de la Comisión de Transporte e Infraestructuras de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Miguel Ángel Bonet Granizo.

CARRETERAS REPLETAS DE ASIENTOS VACÍOS

"A poco que uno se fije es evidente que nos pasamos el día paseando asientos vacíos por las ciudades. Lo que hace nuestra plataforma es estimular a las personas a que compartan su coche, lo que hace que los vehículos vayan llenos, que haya menos coches en la carretera y que se contamine menos", subrayó Jaime Rodríguez, de BlaBlaCar.

Una serie de ventajas que, según Javier Peña, de Calidad Pascual, cuyo sistema de movilidad de bajas emisiones contaminantes está reconocido y certificado como uno de los mejores del mundo y sirve de modelo para grandes multinacionales como Kellogg's y Heinz, justifican que las Administraciones Públicas se comprometan de manera más decidida con el desarrollo de estos nuevos esquemas de movilidad.

"Si asumimos que hay un interés mutuo en que las ciudades estén más limpias, tengan menos ruido y tengan menos contaminación, las Administraciones deben implicarse más y, por ejemplo, garantizar que haya más puntos de recarga de vehículos eléctricos o de repostaje de gas natural", aseguró.

Un punto de vista que también compartió Alex Muradas, de AlphaCity. "Hay un buen número de iniciativas de movilidad que han surgido en los últimos tiempos y que revierten en la sociedad en forma de reducción de emisiones contaminantes y mejora de la utilización de los recursos disponibles, y deberían incentivarse desde la Administración".

PAPEL DE LA ADMINISTRACIÓN

Miguel Ángel Bonet, representante del municipalismo en el Foro de Movilidad, admitió que las soluciones de vehículo compartido se ven con simpatía desde los ayuntamientos, si bien distinguió entre las que promueven la movilidad entre particulares y las que pretenden hacer negocio con ello.

"Una cosa es que se busque una solución para aquellos trayectos que no están bien cubiertos por medios de transporte público y otra muy diferente es que haya plataformas que pretendan recoger pasajeros en el aeropuerto o sacar un rendimiento económico de una actividad no regulada. En esos casos es lógico que haya protestas por parte de determinados colectivos profesionales y también debe haberla desde la Administración", subrayó.

No obstante, el portavoz de la FEMP recordó que cualquier fórmula de desplazamiento en vehículo privado no deja de ser una solución complementaria. "Desde los ayuntamientos impulsamos, en primer lugar, que la gente se desplace andando, adonde no se pueda llegar andando, que se vaya en bicicleta, y si ninguna de estas dos alternativas es posible por los motivos que sea promovemos los medios de transporte público; y sólo cuando esta alternativa tampoco sea posible hablaremos de transporte privado. Y ahí sí, ahí nos encaja las soluciones de movilidad compartida", remachó.