La delegada de Cultura y Deportes, Celia Mayer, justificó esta decisión por que la responsabilidad sobre los contenidos de las fiestas recaía en la dirección artística de las mismas, compuesta por dos personas.

Según explicó en declaraciones a los periodistas, la obra que provocó el escándalo se escogió por la sinopsis que aportaba la compañía 'Títeres desde Abajo', que rezaba: "Polichinela llegará a Tetuán para imponer su voluntad a base cachiporra. Sin embargo, también habitará en estas tierras una bruja que tiene la firme decisión de amar su libertad por encima de todo y no dejarse pisotear por ningún Don Cristóbal, por mucho poder que éste se arrogue".

Aunque Mayer admitió que los directores artísticos no conocían la representación, sino sólo la sinopsis, pero puntualizó: “Era su responsabilidad haberla conocido”.

Según detalló, de los dos directores, uno fue escogido por su experiencia en el trabajo con los agentes sociales y culturales del distrito de Tetuán y fue quien seleccionó la obra de títeres. Se le iban a pagar 5.600 euros.

El segundo era el encargado de la coordinación artística por la empresa municipal Madrid Destino, y se le había otorgado una encomienda por un valor máximo de 18.000 euros.

A la compañía Títeres desde Abajo se le encargaron dos representaciones en horario infantil con una retribución prevista de 1.000 euros. El Ayuntamiento también considea que la compañía no ha cumplido con las condiciones contractuales.

Una responsable de Madrid Destino denunció ayer en los juzgados de Plaza de Castilla a la compañía tras realizar durante la representación una apología de ETA y presentar a un juez ahorcado, apuñalamientos y violaciones. Los dos miembros de la compañía fueron detenidos.