Investigadores del CSIC logran la imagen con mayor resolución de la historia de la astronomía

MADRID
SERVIMEDIA

Una investigación internacional en la que han colaborado 15 antenas terrestres y la antena de la misión espacial RadioAstron (de la Agencia Espacial Rusa) que orbita alrededor del planeta ha conseguido captar la imagen con mayor resolución de la historia de la astronomía.

Liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Astrofísica de Andalucía, este trabajo ha logrado observar el interior de un núcleo galáctico, lo que aporta nuevas claves para el estudio de las galaxias activas.

Según el CSIC, esta imagen ha sido posible gracias a la técnica conocida como 'interferometría de muy larga base' (VLBI por su acrónimo en inglés), que desde 1974 permite que distintos radiotelescopios separados geográficamente trabajen al unísono.

La técnica consigue que todos funcionen como un único telescopio con un diámetro equivalente a la distancia máxima que separa a los integrantes del grupo, que de este modo logran multiplicar su resolución.

La astronomía en ondas de radio, un tipo de luz indetectable a simple vista, resulta imprescindible para el estudio de la formación de estrellas o de los agujeros negros supermasivos, al permitir observarlos con una resolución angular miles de veces mejor que la que se puede obtener con telescopios ópticos.

Según Luis Gómez, investigador en el Instituto de Astrofísica de Andalucía y autor principal del estudio, "al combinar por primera vez todas estas antenas hemos logrado la resolución que tendría una antena con un tamaño equivalente a ocho veces el diámetro terrestre, unos veinte microsegundos de arco".

Visto desde la Tierra, esos 20 microsegundos corresponderían al tamaño de una moneda de dos euros en la superficie de la Luna, explicó.

Esta resolución ha permitido atisbar con una precisión inigualable las regiones centrales del objeto conocido como 'BL Lacertae', el núcleo activo de una galaxia situado a 900 millones de años luz y que está alimentado por un agujero negro de unos 200 millones de veces la masa de nuestro Sol.

OBJETOS EXTREMOS

Los núcleos de galaxias activas son los objetos más energéticos del universo y pueden emitir de forma continua más de 100 veces la energía liberada por todas las estrellas de una galaxia como la Vía Láctea.

Estas galaxias contienen un agujero negro supermasivo de hasta miles de millones de masas solares rodeado de un disco de gas y cuentan con la presencia de jets relativistas (chorros de partículas subatómicas perpendiculares al disco que viajan a velocidades cercanas a la de la luz).

De acuerdo con Gómez, "parece claro que los jets se originan como consecuencia de la caída de material del disco al agujero negro central, pero aún desconocemos en gran medida cómo se forma el haz de partículas y cómo se acelera hasta velocidades cercanas a la de la luz". "Sabemos, sin embargo, que el campo magnético juega un papel fundamental", señaló Gómez.

La hipótesis predominante sostiene que, debido a la rotación del agujero negro y el disco, las líneas de campo magnético se “enrollan” y forman una estructura helicoidal que confina y acelera las partículas que forman los jets.

Así, el estudio de 'BL Lacertae' ha aportado un dato fundamental para la confirmación de ese escenario, ya que ha permitido obtener la primera evidencia directa de la existencia de un campo magnético helicoidal a gran escala en un núcleo de una galaxia activa.

(SERVIMEDIA)
26 Ene 2016
AGQ/caa