En su pregunta en la sesión de control al Gobierno, Arístegui calificó de "errática" la política del Gobierno en América Latina y censuró su "acercamiento" a Cuba y Venezuela, dos regímenes a los que aseguró que muchos diputados socialistas han "aplaudido y jaleado". Tachó de "vergonzosa" su reacción a la noticia de la posible colaboración entre Venezuela y ETA, sin llamar a consultas al embajador, y preguntó al ministro qué cooperación judicial real puede esperar del Gobierno de Hugo Chávez.

Moratinos dijo que su trabajo se ha basado en la "plena cooperación con la autoridad judicial", y en este sentido se comprometió a "ayudar" al juez Eloy Velasco en su investigación. Asimismo, indicó que busca "colaboración con los países terceros" donde residan miembros de ETA, para luchar contra la banda allí donde esté. En este sentido, indicó que ha "exigido" la colaboración del Gobierno de Chávez y pedido que suscribiere en el comunicado conjunto el "pleno rechazo a ETA".

En su réplica, Arístegui repuso: "No creo que usted pueda decir que ha defendido al poder judicial español", pues en su opinión el ministro ha puesto "en duda la legitimidad del auto, erigiéndose en abogado defensor de un régimen totalitario".

Le recriminó que sus palabras en favor del juez las ha "dicho con la boca pequeña", algo que vinculó con la supuesta "política anterior de complacencia y amigabilidad" con "ciertos regímenes" que habría seguido el Gobierno. Y concluyó: "Cuando se colabora con ETA y las FARC, con España no se juega. Usted no tiene que dar explicaciones, tiene que exigirlas".

Moratinos insistió en que tanto él como el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, han "salido en defensa de Velasco", y añadió que también del ex presidente José María Aznar. "Cosa que ustedes nunca han hecho", reprochó a los populares en relación a Zapatero. Elevando el tono de voz, el ministro terminó recalcando su empeño en "erradicar a ETA del mundo", asegurando que puede "dar datos" de que hoy los terroristas están "mucho más aislados", y también recordó que en Venezuela viven "150.000 españoles" cuyo interés "hay que defender".