Así, en sus líneas para la citada jornada, que se conmemorará el 8 de mayo, Francisco afirma que “la comunicación tiene el poder de crear puentes, de favorecer el encuentro y la inclusión, enriqueciendo de este modo la sociedad”.

El obispo de Roma recuerda que este mensaje se encuadra en el jubileo de la misericordia, por lo que todas las personas, como seres que comunican y se relacionan con los demás, “podemos y debemos juzgar situaciones de pecado, violencia, corrupción, explotación, etc, pero no podemos juzgar a las personas, porque sólo Dios puede leer en profundidad sus corazones. Nuestra tarea es amonestar a quien se equivoca, denunciando la maldad y la injusticia de ciertos comportamientos, con el fin de liberar a las víctimas y de levantar al caído”.

El Papa también subraya que para comunicar bien “es fundamental escuchar”, pues “comunicar significa compartir, y para compartir se necesita escuchar, acoger. Escuchar es mucho más que oír”. Eso, sí, subraya que “escuchar nunca es fácil”.

Por todo ello, concluye Bergoglio en su mensaje, pide que el Año Jubilar vivido en la misericordia “nos haga más abiertos al diálogo para conocernos y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación. También en red se construye una verdadera ciudadanía. El acceso a las redes digitales lleva consigo una responsabilidad por el otro, que no vemos pero que es real, tiene una dignidad que debe ser respetada. La red puede ser bien utilizada para hacer crecer una sociedad sana y abierta a la puesta en común”.