En un encuentro informativo en Servimedia, Tarruella esperó, asimismo, que el recién constituido Congreso de los Diputados ayude a reformar el mencionado decreto, que, dijo, pese a tardar en aprobarse cinco años, lo hizo “mal” y no en el mejor momento posible.

La que fuera diputada de CiU y defendiera desde su escaño la legalización del trabajo diario que hacen los enfermeros, pero con una redacción diferente a la de la norma publicada en el Boletín Oficial del Estado el pasado 23 de diciembre, critica que la norma viera la luz cuando el Gobierno de Mariano Rajoy estaba ya en funciones.

“Lo publican mal, cambiando los artículos que no eran los pactados con los enfermeros y con sus representantes, por lo que se ha actuado muy mal”, asegura la exdiputada, que confía en que “el decreto no se aplique y se pueda cambiar lo más rápido posible”.

En concreto, lo que no gusta a Tarruellas, colegios y sindicatos de enfermeros es el párrafo segundo del artículo 3, apartado 2 del Real Decreto de Prescripción Enfermera, que señala lo siguiente: “En todo caso, para que los enfermeros acreditados puedan llevar a cabo las actuaciones contempladas en este artículo respecto de los medicamentos sujetos a prescripción médica, será necesario que el correspondiente profesional prescriptor haya determinado previamente el diagnóstico, la prescripción y el protocolo o guía de práctica clínica y asistencial a seguir, validado conforme a lo establecido en el artículo 6”.

Y prosigue: “Será en el marco de dicha guía o protocolo en el que deberán realizarse aquellas actuaciones, las cuales serán objeto de seguimiento por parte del profesional sanitario que lo haya determinado a los efectos de su adecuación al mismo, así como de la seguridad del proceso y de la efectividad conseguida por el tratamiento”.

Por esta redacción, colegios de médicos y sindicatos han llevado el decreto ante el Tribunal Supremo, que ha admitido a trámite recursos como el del Consejo General de Enfermería.