El Papa al Foro Económico de Davos: “No os olvidéis de los pobres”

MADRID
SERVIMEDIA

El Papa ha remitido una carta al fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, en la que pide a los participantes en esta cita financiera y política que tengan en cuenta a las personas más necesitadas, especialmente a los “millones” que se ven afectadas por el desempleo.

“No os olvidéis de los pobres”, escribe el Papa en su mensaje en el marco del encuentro que se celebra esta semana en la ciudad suiza de Davos. En el texto, según divulgó este jueves el Servicio de Información del Vaticano, el Pontífice subraya que la “cuarta revolución industrial” en la que se centra esta cita, se ha visto acompañada por un desempleo que afecta a millones de personas y auspicia que el desarrollo de tecnologías avanzadas redunde en la creación de trabajo digno para todos, en la consolidación de los derechos sociales y en la defensa del ambiente.

El Papa también muestra su temor a que la cultura del bienestar "anestesie" a las personas volviéndolas insensibles a los problemas de los demás y reitera que la actividad empresarial es una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo, por lo que espera que el foro sea "una plataforma" para la defensa y protección de la creación, como también para la consecución de “un progreso más sano, más humano, más social, más integral”.

“Los albores de la así llamada ‘cuarta revolución industrial’ han sido acompañados por una creciente sensación de la inevitabilidad de una drástica reducción del número de puestos de trabajo”, recuerda el papa, que apela a la necesidad de crear “nuevas formas de actividad empresarial que, mientras fomentan el desarrollo de tecnologías avanzadas, sean también capaces de utilizarlas para crear trabajo digno para todos, sostener y consolidar los derechos sociales y proteger el medio ambiente”.

“Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo”, dice Francisco, que insiste a los mandatarios a no tener “miedo” de abrir “su mente y su corazón a los pobres”.

(SERVIMEDIA)
21 Ene 2016
AHP/gja