En una entrevista a Servimedia, Tarruella comentó así la situación en la que se encuentra Unió Democratica de Catalunya tras la dimisión como presidente de Josep Antoni Durán i Lleida hace una semana y, sobre todo, tras perder todos los diputados que tenía en Barcelona y en Madrid.

Tarruella destacó que Unió "sigue gobernando muchos ayuntamientos y municipios" de Cataluña y ensalzó que tiene a Ramón Espadaler como nuevo líder. Lamentó que en los últimos meses "no se ha entendido ni aquí ni allí" el discurso que hacía Durán i Lleida pese a ser un "animal político" al que "no se ha valorado lo suficiente".

Aseveró que la falta de diálogo entre la Generalitat y La Moncloa ha radicalizado las posturas políticas y ha alejado a los ciudadanos del "espacio centrista" que, según dijo, siempre ha ocupado Unió. Sin embargo, confió en recuperar un apoyo social cuando las aguas vuelvan a su cauce.

A su juicio, la renuncia de Duran i Lleida no acaba con Unió porque "tiene 31 años de historia" y porque "siempre fue un partido confederal" que tiene una propuesta territorial para que Cataluña siga dentro de España pero con "reconocimiento a su singularidad".

Tarruella demandó un "equilibrio de financiación" para Cataluña al considerar que aporta más de lo necesario al conjunto del Estado. Afirmó que esta comunidad merece ser tratada "de tú a tú y no como uno más" y reclamó un "respeto a la lengua y a la cultura catalana como reconocimiento a los valores específicos" de la región.