Durante su intervención en el citado acto, organizado en A Coruña por Nueva Economía Fórum, Vázquez hizo referencia a las “lagunas” del sistema educativo actual, entre las que citó los “bajísimos” niveles de excelencia alcanzados o el aumento de un clima de desorden en las clases.

En este sentido, aludió al pacto social por la Educación y se mostró sorprendido porque “de repente, parece que todos nos diéramos cuenta de la necesidad de ponernos de acuerdo para dotar de estabilidad al sistema”.

El responsable autonómico señaló que el objetivo “prioritario” de cualquier Gobierno es alcanzar una educación de calidad que promueva el progreso de sus estudiantes y dijo que, para lograrlo, la Xunta basará sus actuaciones en torno a cinco ejes principales: la revalorización del esfuerzo y la exigencia personal del alumnado; la mejora de la cualificación, con especial incidencia en las primeras etapas de la escolarización; la integración y flexibilidad del sistema para que sea “una red de oportunidades”; el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC), especialmente Internet, y el conocimiento de las lenguas.

En este sentido, hizo especial hincapié en los dos últimos puntos, que concentran los dos planes “estrella” del Gobierno gallego: el Plan del plurilinguismo y el proyecto Abalar, que implicará la modernización del sistema educativo con un presupuesto de 12 millones de euros y que se extenderá de forma progresiva durante la legislatura, hasta alcanzar 700 aulas en 200 centros, con vistas a proseguir en próximas legislaturas. La integración de las TIC “supondrá un cambio en el modelo enseñanza-aprendizaje, el cambio del aprendizaje pasivo a interactivo, y un nuevo concepto de centro”, subrayó Vázquez, que hizo un llamamiento a la “unión y el esfuerzo” de toda la comunidad educativa, partidos políticos y sindicatos para llevar a cabo el cambio de modelo que mejore la eficacia del sistema gallego.

Entre las iniciativas previstas por la Xunta, destacó también el desarrollo de una nueva cultura de evaluación que facilite la adopción de medidas de forma continua, la formación del profesorado, la reforma de los modelos de funcionamiento de los centros para dotarlos de mayor autonomía, la consolidación de la enseñanza infantil de 0 a 3 años, la modernización de los currículos de los ciclos formativos y el impulso de la Formación Profesional, para que funcione como “una herramienta contra el fracaso y el abandono escolar”.

Así, destacó que el grado de empleabilidad de las FP en Galicia supera el 80 por ciento gracias a su adaptación al tejido socioproductivo.

EL PROFESORADO, MEJOR FORMADO

Durante el coloquio posterior a la conferencia, Vázquez defendió que “tenemos el profesorado mejor formado”, para argumentar que el problema radica en que está, en muchos casos, “muy poco motivado”, y aludió a la necesidad de implicar a las familias, a los padres, en el sistema educativo.

Por otro lado, también reconoció una falta de comunicación en las relaciones entre universidades y empresas y abogó por fomentar un acercamiento, una “relación más estrecha” para que la transferencia tecnológica y de información sea una realidad.

Por último, se refirió al convenio suscrito entre los rectores de las tres universidades gallegas, la Consejería de Educación y la de Sanidad para regular la enseñanza de Medicina, y lo calificó de “un buen acuerdo que vaa en beneficio de los futuros médicos que ahora hay que desarrollar”.

Así, remarcó que el convenio permite “poner en conjunto” todos los recursos disponibles en las cuatro provincias gallegas, para dar respuesta a la demanda creciente de esta titulación, en la que cada año entran 400 estudiantes.

“Llegó el momento de poner todos los recursos del Sergas en pro de la formación del estudiante, porque la formación no se puede llevar a cabo si no se cuenta con la colaboración de todos”, sentenció.