Esta organización ecologista consideró “preocupante” la aprobación del segundo ciclo de planificación hidrológica (con 12 planes de cuenca estatales y cuatro autonómicos), porque “no promociona el uso racional y sostenible de los recursos hídricos, lo que tiene graves consecuencias para la sociedad y la economía”.

WWF también vertió estas críticas en las alegaciones presentadas a los nuevos planes de cuenca y en las votaciones del Consejo Nacional del Agua, y apuntó que la Comisión Europea considera que los planes hidrológicos de cuenca de España del primer ciclo no integraban adecuadamente los principios de la Directiva Marco del Agua y esperaba cambios significativos en nuevo ciclo, “que, sin embargo, no se han producido”.

“Lamentablemente, una vez más, la aprobación de estos planes evidencia que la política del agua en España olvida por completo la consecución de los objetivos ambientales y continúa considerando el agua como como un recurso económico a explotar y no como un patrimonio natural a proteger y conservar, tal y como establece la Directiva Marco del Agua”, añadió.

Según Rafael Saiz, del Programa de Aguas de WWF España, la planificación hidrológica española “no recoge las recomendaciones de la Comisión Europa” 15 años después de la adopción de la Directiva Marco del Agua y agregó que “el Gobierno ha sido incapaz de cumplir, una vez más, con los plazos marcados por Bruselas”. “Esta situación pone en riesgo a España de recibir fondos europeos por incumplir la legislación europea”, concluyó.