España asume el liderazgo de la Policía Aérea del Báltico
- Desde la base de Siauliai (Lituania)
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El jefe de Estado Mayor de la Defensa (jemad), almirante general Fernando García Sánchez, ha asistido en Siauliai (Lituania) a la ceremonia de transferencia de autoridad, por la que el destacamento aerotáctico español ‘Vilkas’ (lobo en lituano) asume el liderazgo de la misión de la OTAN de la Policía Aérea del Báltico que tiene como objetivo evitar las incursiones de aviones rusos en el espacio aéreo de Estonia, Letonia y Lituania.
Según informó Defensa, el jemad ha estado acompañado en dicho acto por el jefe del Mando Aéreo de Combate del Ejército del Aire, teniente general Eugenio Miguel Ferrer, y por el comandante del Mando de Operaciones, almirante Teodoro López.
España, que liderará esta misión de la OTAN durante los próximos cuatro meses, aporta cuatro cazas ‘Eurofighter’ y un contingente formado por unos 230 militares y un civil, la mayoría de ellos procedentes del Ala 14 del Ejército del Aire, con sede en la base aérea de Los Llanos (Albacete).
En el despliegue también hay personal perteneciente al Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo, al Grupo Móvil de Control Aéreo, al Segundo Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo, a la Unidad Médica Aérea de Apoyo al Despliegue de Zaragoza, al Ala 35 con sede en Getafe, al Grupo Central de Mando y Control y al Grupo Norte de Mando y Control.
Las Fuerzas Armadas españolas ya desempeñaron esta misión entre el 1 de enero y el 4 de mayo de 2015 en la base aérea de Ämari (Estonia). En aquella ocasión los efectivos pertenecían al Ala 11, con base en Morón de la Frontera (Sevilla).
En esta 40º rotación de esta misión de la OTAN, España ha relevado en Siauliai a Alemania, mientras que Bélgica ha tomado el relevo de Hungría en Ämari, donde aporta cuatro aviones de combate F-16.
HISTORIAL DE LA MISIÓN
En 2004 la OTAN amplió su espacio aéreo al norte de Europa tras el ingreso de Estonia, Letonia y Lituania. Dado que ninguna de ellas cuenta con aviones de combate, durante los últimos diez años 14 países aliados se han sucedido en distintas rotaciones de cuatro meses de duración desde la base de Siauliai. De hecho, España lideró en 2006 la décima rotación con cuatro aviones ‘Mirage F-1’ del Ala 14.
Tras la integración de las repúblicas bálticas en la OTAN la aviación rusa comenzó a surcar las rutas que sobrevuelan las aguas internacionales del golfo de Finlandia y el mar Báltico bordeando el litoral de Estonia, Letonia y Lituania entre las bases de San Petersburgo y Kaliningrado en dirección norte-sur o viceversa.
Los cazas españoles únicamente intervienen cuando se incumplen las tres normas fundamentales de vuelo: la presencia de una aeronave sin plan de vuelo declarado, la falta de comunicación entre el avión y el controlador aéreo civil en tierra y la carencia o desactivación del transpondedor. Esta es la herramienta que posibilita al controlador disponer de inmediato y en todo momento el tipo de aeronave y su altura para mantener la separación entre los aviones y evitar los riesgos de colisión.
Las aeronaves rusas en ocasiones no son detectadas por los radares civiles pero no pueden burlar los sistemas de detección militares, aunque sólo sea mediante una traza anónima en sus pantallas.
Así pues, la Alianza Atlántica continúa con el dispositivo reforzado de vigilancia y control del espacio aéreo báltico que puso en marcha en abril de 2014 tras el inicio de la crisis con Ucrania, cuando se pasó de cuatro a 16 aviones de combate en misiones de policía aérea y elevando a tres el número de bases de despliegue.
(SERVIMEDIA)
07 Ene 2016
MST/caa