Así se pronunció el Rey durante su discurso de la Pascua Militar, en un acto celebrado en el Palacio Real de Madrid al que asistieron la reina Letizia, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y los ministros de Defensa e Interior en funciones, Pedro Morenés y Jorge Fernández Díaz, respectivamente; el jefe del Estado Mayor de la Defensa (jemad), almirante general, Fernando García Sánchez, así como representates de los tres ejércitos y de la Guardia Civil.

Felipe VI ha llegado a las 12.00 horas al Palacio Real, acompañado por la reina Letizia y ataviado con su uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, para presidir su segunda Pascua Militar como Rey.

En un discurso meramente castrense y sin ningún tipo de alusión política, el Rey recordó los “momentos duros, algunos de ellos con trágicas consecuencias”, como la “agresión, la embestida brutal” del terrorismo que “ha llevado la muerte a tantas ciudades, calles y plazas del mundo”, y que “ha golpeado cruelmente, de una manera ruin y cobarde, arrebatando la vida a ciudadanos de países amigos y a compatriotas nuestros”.

Frente a estas agresiones, el Rey afirmó que “no cabe el desaliento”, ya que aquellos que atacan los derechos y deberes de las sociedades occidentales se deben encontrar con “una reacción valiente y decidida de unidad y firmeza en la defensa de nuestro modelo de conviviencia”.

Esa defensa, continuó, ha de basarse en “nuestra fe en los irrenunciables valores democráticos que abrazamos convencidos y con la determinación y el coraje por defenderlos. Porque garantizar la libertad y los derechos de los ciudadanos es una exigencia y una responsabilidad de nuestro Estado de derecho”.

PRESENCIA INTERNACIONAL

Por otro lado, el Monarca recordó que hace 25 años comenzó la participación de las Fuerzas Armadas en misiones internacionales, en las que España colabora con sus aliados para garantizar la paz y la seguridad mundial.

Esto le sirvió para rememorar su visita a los efectivos desplegados en Líbano, en lo que fue su primera viaje oficial a una misión internacional como Rey, donde, dijo, pudo comprobar en primera persona su “eficacia” y “profesionalidad”.

Tales valores, subrayó, convierten a los miembros de las Fuerzas Armadas en acreedores de la “admiración” y el “reconocimiento” de la comunidad internacional.

Felipe VI quiso tener una mención especial con la misión española en Afganistán, en la que durante 14 años de “duro y abnegado trabajo” las Fuerzas Armadas se han dedicado a pacificar y reconstruir ese país.

El Rey quiso recordar en este punto a todos aquellos militares que durante estos 25 años han perdido la vida en una misión en el exterior. “A ellos y sus familiares dedicamos nuestro más sentido y emocionado homenaje de admiración y gratitud”.

Por su parte, el Monarca enumeró los hitos internacionales de los que las Fuerzas Armadas han sido protagonistas durante 2015. Entre ellos, mencionó la acogida del ejercicio ‘Trident Juncture’ (la mayor maniobra de la OTAN en los últimos años).

Ello le sirvió para enlazar con uno de los principales desafíos que España asume este año desde el punto de vista de la defensa: la asunción del mando del componente terrestre de la Fuerza de Respuesta de la Alianza Atlántica y de la primera Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN.

“Todas estas colaboraciones internacionales y el magnífico trabajo realizado por la institución militar confirman una vez más a España como una nación con vocación de liderazgo, como un socio responsable, fiable y leal con los compromisos internacionales asumidos”, sentenció.

ORGANIZACIÓN FUERZAS ARMADAS

El Rey también enumeró los aspectos que durante 2015 han incidido en la carrera de los integrantes de las Fuerzas Armadas, “pilar fundamental de la organización militar”, tales como el nuevo sistema de enseñanza que establece como requisito para la incorporación a la escala de oficiales, la obtención de un título de grado en ingeniería.

Felipe VI tampoco quiso olvidarse de quienes, tras servir a España en el ejercicio de la milicia se desvinculan de ella. A ellos, exhortó el Monarca, hay que proporcionarles una salida “en buenas condiciones” al mercado laboral.

A su vez, el Rey homenajeó a la Unidad Militar de Emergencias (UME) que, tras su décimo aniversario, “sigue siendo un ejemplo de unión entre milicia y sociedad”, como se ha puesto de manifiesto en su contribución para luchar contra la ola de incendios que ha azotado a muchas localidades del norte de España recientemente.

Por último, el Monarca confesó seguir de cerca la “perseverancia” de las Fuerzas Armadas por adaptarse a las “disponibilidades presupuestarias”, reconociendo que ésta es una “tarea dura”.

A pesar de ello, destacó que esa tarea se ve recompensada con la “gran satisfacción de cumplir con el afán y la vocación de hacer cada día un mejor trabajo, con mejores medios y en mejores condiciones, dedicando su vida al servicio de España y de todos los españoles”.