Así lo aseguraron a Servimedia fuentes cercanas al ex secretario general de los socialistas madrileños Tomás Gómez tras la cena celebrada el pasado martes en la que se puso de manifiesto el malestar con la dirección regional, encabezada por Sara Hernández, y con la federal de Pedro Sánchez.

Uno de los mensajes que emanaron de las intervenciones durante esa cena es el enfado de muchos militantes por el hecho de que ninguna de las mujeres que lograron escaño en la lista por Madrid sea de la región.

El PSOE solo obtuvo seis escaños por Madrid, de los cuales tres corresponden a mujeres: la militante del PSC Meritxell Batet y dos independientes, Zaida Cantera e Irene Lozano, procedente de UPyD.

Dicen desde el socialismo madrileño que entre sus filas son numerosas las mujeres que son referente de la lucha por la igualdad, y consideran "humillante" que ninguna de ellas haya conseguido representación, y más aún que la dirección regional no haya dado la cara por ello.

Fuera del Congreso se quedó Ángeles Álvarez, destacada militante del socialismo madrileño y por la igualdad, que concurría como número ocho de la lista justo por detrás de Eduardo Madina, que tampoco consiguió escaño.

Creen que la configuración de esa lista al margen de la militancia madrileña y de los órganos de dirección fue "una falta de respeto" al partido en Madrid, frente a la que Sara Hernández no presentó batalla.

Ese malestar salió a relucir en la cena que el martes reunió a más de quinientos militantes del partido en Madrid y durante la cual varias intervenciones, entre ellas la de Tomás Gómez, reclamaron la celebración de un congreso ordinario en marzo para decidir el futuro inmediato del partido y de Pedro Sánchez.