Discurso Rey. Felipe VI lanza un mensaje de "tranquilidad y confianza en la unidad y continuidad de España"
- Alerta de que la ruptura de la ley y las imposiciones son "un error de nuestro pasado que no debemos volver a cometer"
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El Rey lanzó este jueves, en su tradicional discurso de Navidad, un mensaje "de serenidad, de tranquilidad y confianza en la unidad y la continuidad de España; un mensaje de seguridad en la primacía y defensa de nuestra Constitución", en pleno desafío soberanista en Cataluña.
El Rey pronunció un discurso de poco más de doce minutos que concluyó felicitando las fiestas en las lenguas oficiales: "Feliz Navidad, Eguberri On, Bon Nadal, Boas Festas y un próspero año 2016".
Comenzó explicando que dirigió su mensaje desde el Palacio Real porque es "símbolo de nuestra historia que está abierto a todos los ciudadanos que desean conocer y comprender mejor nuestro pasado" para entender el presente y orientar el futuro.
Considera "más necesario que nunca reconocernos en todo lo que nos une" poniendo en valor los esfuerzos comunes. Recordó por ello su discurso de proclamación para reiterar que en la España constitucional "caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben las distintas formas de sentirse español; de ser y de sentirse parte de una misma comunidad política y social, de una misma realidad histórica, actual y de futuro, como la que representa nuestra nación".
"Una gran nación", prosiguió, "definida por una cultura que ha traspasado tiempos y fronteras, por las artes y por una literatura universal; enriquecida por nuestra lengua común, junto a las demás lenguas de España, que también explican nuestra identidad. Un país que a lo largo de los siglos han tejido pensadores, científicos, creadores, y tantos y tantos hombres y mujeres, muchos de los cuales han dado su vida opr España".
El Rey aseguró que España es también "un gran Estado, cuya solidez se basa hoy en unos mismos valores constitucionales que compartimos y en unas reglas comunes de convivencia que nos hemos dado y que nos unen; un Estado que reconoce nuestra diversidad en el autogobierno de nuestras nacionalidades y regiones; y que tiene en el respeto a la voluntad democrática de todos los españoles, expresada a través de la ley, el fundamento de nuestra vida en libertad".
ORGULLO DE SER Y SENTIRSE ESPAÑOL
Por ello los españoles tienen, "tengo", dijo con rotundidad, "muchas razones para poder afirmar esta noche que ser y sentirse español, querer, admirar y respetar a España, es un sentimiento profundo, una emoción sincera, y es un orgullo muy legítimo".
Con esas razones y esos sentimientos "haremos honor a nuestra historia, de la que hoy somos protagonistas y cuyo gran legado tenemos la responsabilidad de administrar; y fortaleceremos nuestra cohesión nacional, que es imprescindible para impulsar nuestro progreso político, cívico y moral; para impulsar nuestro proyecto común de convivencia. Porque ahora, lo que nos debe importar a todos, ante todo, es España y el interés general de los españoles".
El Rey se refirió al periodo que se abre tras las elecciones y volvió a reiterar después que la España actual es muy diferente a la de siglos precedentes "gracias a una auténtica y generosa voluntad de entendimiento de todos los españoles, a un sincero espíritu de reconciliación y superación de nuestras diferencias históricas y a un compromiso de las fuerzas políticas y sociales con el servicio a todo un pueblo, a los intereses generales de la Nación, que deben estar siempre por encima de todo. Esta es la gran lección de nuestra historia más reciente que nunca debemos olvidar".
ERRORES DEL PASADO
Tampoco se debe olvidar, añadió en ese punto, "que la ruptura de la Ley, la imposición de una idea o de un proyecto de unos sobre la voluntad de los demás españoles, solo nos ha conducido en nuestra historia a la decadencia, al empobrecimiento y al aislamiento. Ese es un error de nuestro pasado que no debemos volver a cometer", alertó.
"Nuestro camino es ya, de manera irrenunciable, el del entendimiento, la convivencia y la concordia en democracia y libertad. Por ello", insistió, "respetar nuestro orden constitucional es defender la convivencia democrática aprobada por todo el pueblo español; es defender los derechos y libertades de todos los ciudadanos y es también defender nuestra diversidad cultural y territorial".
En ese punto, el Rey reiteró "un mensaje de serenidad, de tranquilidad y confianza en la unidad y continuidad de España; un mensaje de seguridad en la primacía y defensa de nuestra Constitución" y también de esperanza en que "la reflexión serena, el contraste sincero y leal de las opiniones, y el respeto tanto a la realidad de nuestra historia, como a la íntima comunidad de afectos e intereses entre todos los españoles, alimenten la vigencia de nuestro mejor espíritu constitucional".
El Rey expresa su convicción de que los españoles sabrán responder a los desafíos "como ya hemos demostrado que sabemos: contando con todos" y sin que nadie se quede en el camino. "Debemos mirar hacia adelante, porque en el mundo de hoy nadie espera a quien solo mira hacia atrás. Debemos desterrar los enfrentamientos y los rencores; y sustituir el egoísmo por la generosidad, el pesimismo por la esperanza, el desamparo por la solidaridad".
Pidió tener fe y creer en que la fortaleza de España está "en nosotros mismos" y en la capacidad de seguir "caminando con la voluntad de entendimiento y con el espíritu de unión".
(SERVIMEDIA)
24 Dic 2015
CLC/gja