La mujer, a la que le faltaba muy poco tiempo para salir de cuentas, se dirigía hacia las ocho de la mañana con su marido en el coche hacia la Clínica La Milagrosa para dar a luz, pero el parto se precipitó y en la calle de Goya el marido tuvo que aparcar el vehículo para atender a su mujer.

Cuando los sanitarios del Samur llegaron al lugar, la mujer ya había dado a luz a una niña, que pesó 2,800 kilos. La mujer fue atendida durante el alumbramiento por su marido, que cogió en brazos a la pequeña según salía.

Los sanitarios del Samur pinzaron y cortaron el cordón umbilical y realizaron las maniobras de estabilización habituales en estos casos, comprobando el buen estado de salud tanto de la madre como de la recién nacida.

Una vez estabilizadas madre e hija, ambas fueron trasladadas en una UVI móvil hasta la Clínica La Milagrosa, donde ingresaron con muy buen pronóstico. Se trata del segundo hijo de esta mujer.