El acuerdo del clima de París da libertad a los países emergentes para ayudar a los pobres

- Insta a todas las naciones a alcanzar el pico de emisiones “tan pronto como sea posible”

- El objetivo es que el planeta no se caliente más de 2ºC respecto a la era preindustrial

PARÍS
SERVIMEDIA

El acuerdo final de la Cumbre del Clima de París, presentado este sábado por el presidente de esta conferencia internacional, Laurent Fabius, deja a la voluntad de los países emergentes, como China o India, si quieren aportar fondos económicos para que las naciones más vulnerables afronten los peores efectos del cambio climático.

El documento propuesto por Fabius será sometido esta tarde a una sesión plenaria y no será definitivo hasta que sea adoptado formalmente por las 196 partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (195 países y la UE). El texto, recogido por Servimedia, tiene 31 páginas en inglés, de las que 12 corresponden al Acuerdo de París y las 19 restantes, a la Decisión que lo acompaña.

El acuerdo está abierto a la firma de los países y la UE a partir del 22 de abril de 2016 y entrará en vigor cuando lo ratifiquen al menos 55 partes de la Convención, siempre que aglutinen un mínimo del 55% de los gases contaminantes del planeta.

En el apartado de ambición, el documento fija como finalidad “mantener el aumento de la temperatura media global a muy por debajo de 2ºC sobre los niveles preindustriales y continuar los esfuerzos para limitar el aumento de temperatura a 1,5ºC”, lo que “reduciría significativamente los riesgos e impactos del cambio climático”.

NEUTRALIDAD DE EMISIONES

Los países llegarían al pico de emisiones “tan pronto como sea posible”, para lo que las naciones pobres “necesitarán más tiempo”, y harán rápidas reducciones de gases contaminantes a partir de entonces “de acuerdo con la mejor información científica disponible”, con el fin de lograr un equilibrio en la segunda mitad del siglo XXI entre las emisiones causadas por el ser humano y las que el planeta puede absorber por sumideros de CO2, como bosques y océanos, lo que se conoce como neutralidad climática.

El texto mantiene la fórmula de “responsabilidades comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas”, es decir, los países desarrollados deben hacer más esfuerzos en combatir el calentamiento global por sus emisiones históricas y apoyar a las naciones en desarrollo.

Dos de las principales divergencias de las negociaciones de la Cumbre del Clima de París, que comenzaron el pasado 30 de noviembre, eran la diferenciación entre países desarrollados y en desarrollo, y la financiación y transferencia de tecnología y de capacidades que las naciones ricas deben aportar a las pobres.

El acuerdo indica que los países desarrollados deberán proporcionar recursos financieros a los países en desarrollo para mitigación y adaptación al cambio climático, y “alienta” a otras partes a “prestar o seguir prestando ese apoyo voluntariamente”.

De esta forma, países emergentes como China (que expulsa el 24% de las emisiones actuales de gases de efecto invernadero) e India (6% de las emisiones) no están obligados a pagar la factura climática, algo a lo que se opusieron en las negociaciones de París.

Los países industrializados deben reunir un mínimo de 100.000 millones de dólares (unos 91.000 millones de euros) en 2020, que se revisarán al alza como muy tarde en 2025.

Por otro lado, los compromisos de los países de reducción de gases de efecto invernadero no serán jurídicamente vinculantes, como quería Estados Unidos para evitar el riesgo de que sea rechazado por el Senado, de mayoría republicana y reacia al acuerdo, pero sí lo será que cada cinco años tienen que presentar contribuciones climáticas, que serán evaluadas bajo la misma metodología y de forma transparente.

(SERVIMEDIA)
12 Dic 2015
MGR/man/pai