Esa es la primera conclusión de Garzón tras ver el debate en 'El País' entre Rivera y los candidatos del PSOE, Pedro Sánchez, y de Podemos, Pablo Iglesias. Su impresión es que todos ellos, junto al PP, “cada vez se parecen más” porque intentan “imitarse unos a otros” en su pelea por el centro ideológico, por la moderación, proponiendo una reforma “parcial” de la Constitución y “parches” a un sistema que necesita “una revisión total”.

Lo más preocupante, en su opinión, es que el proyecto de Ciudadanos es “peligroso” para la mayoría social, porque defiende reformas de tinte liberal y además podría ser “el sostén” de más reformas “antidemocráticas y regresivas” del PP durante otros cuatro años, y sin embargo ni Sánchez ni Iglesias se centraron en “desmontar sus mentiras”, sino en intentar “parecerse”.

Por ello, y dado que Rivera es el único que ha expresado públicamente su disposición a debatir “con todo el mundo” y sin excluir a Izquierda Unida, Garzón le dijo “aquí estoy”, dispuesto a “desmontar sus mentiras” y a exponer un proyecto alternativo que realmente beneficia a la mayoría social.

Garzón subrayó que tanto PP y PSOE como Ciudadanos y Podemos han llegado a compartir tres elementos “muy preocupantes” de continuidad con el régimen político de 1978: el libre mercado en el sector eléctrico, copado por la oligarquía procedente del franquismo y que el año pasado “saqueó” 14.000 millones de euros públicos; los compromisos internacionales derivados de la pertenencia a la OTAN; y las “alabanzas” a la cultura de la transición que cristalizará el domingo en el homenaje a la Constitución.

A partir de todo ello, Garzón concluyó que su candidatura es la única “rupturista” y que defiende un proyecto constituyente para revisar el sistema, no meras medidas “de chapa y pintura”.