El líder de Ciudadanos -con camisa blanca, corbata azul y traje del mismo tono- fue el primero en llegar pasadas las 20.40 horas en coche, acompañado de su pareja, y visiblemente tenso. De hecho, en el posado junto al director de El País, Antonio Caño, y el presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, mostró un semblante serio y apenas se limitó a asentir y a guiñar el ojo al ser preguntado por si tenía ganas de debatir con Sánchez e Iglesias.

Alrededor de las 20.55 llegó el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, también en coche, acompañado por el secretario Político de su partido, Iñigo Errejón. El líder podemista acudió a esta cita con un informal abrigo, que dejaba entrever una camisa blanca sin corbata.

Iglesias mostró un semblante mucho más sonriente que el de Rivera; incluso se animó a decirle a Antonio Cano que venía con “muchas ganas” porque era el primer debate con Sánchez, y confesó que le hubiera gustado hacerlo también con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El líder del PSOE llegó veinte minutos después que Iglesias, sobre las 20.15 horas. Lo hizo acompañado de su mujer, Begoña Gómez, y vistiendo traje azul y camisa blanca sin corbata. Durante el posado con los fotógrafos se le vio dialogar con los directivos de la empresa que organizaba el debate.

Siguiendo el protocolo, los tres líderes fueron recibidos por el director del debate, Javier Ayuso, a pie de coche.

En el plató de este debate, el primero en el que confrontarán sus ideas estos tres dirigentes, el moderador, el periodista Carlos de Vega, se posicionará a la derecha de Sánchez, Rivera e Iglesias. En el centro de los candidatos estará el líder socialista, quien tendrá a su derecha al presidente de Ciudadanos, y a su izquierda al candidato de Podemos.

En este debate, sin embargo, se conservará el atril en el que debiera estar Mariano Rajoy, pero se mantendrá sin micrófono, para demostrar que el candidato del PP a la reelección no ha aceptado su participación en este debate.