El PSOE propone un ‘MIR educativo’ y un máster obligatorio tras el grado en Magisterio
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El PSOE quiere que todos los profesionales del sistema educativo español superen un examen de ingreso similar al que los titulados en Medicina han de aprobar a la hora de ingresar en un hospital como residentes.
Tras estas pruebas nacionales (una para Primaria e Infantil y otra dirigida a Secundaria), maestros y profesores habrán de pasar dos años de habilitación remunerados en centros educativos, a fin de aprender de forma práctica su profesión.
Esta es una de las medidas del nuevo modelo de Profesionalidad Docente que el PSOE presentó a los medios este jueves de cara a los comicios electorales.
El documento defiende un máster obligatorio para todos los docentes, tanto para los titulados en un grado específico (Historia, Filosofía, Matemáticas), como para los egresados en Magisterio de Educación Primaria o Infantil.
Los primeros deberán cursar un máster de Capacitación para el Profesorado como los ya existentes, mientras que los segundos habrán de estudiar un año de especialización en algún área de conocimiento. Ello permitirá a los titulados en Magisterio dar clases también en la ESO y en formación de adultos, aunque no en FP y Bachillerato.
La idea es que los especialistas refuercen sus conocimientos sobre didáctica y pedagogía y que los maestros profundicen en los contenidos específicos de una o varias asignaturas.
Según el secretario de Educación del PSOE, José Miguel Pérez, se trata de “una propuesta revolucionaria”, encaminada a extender el derecho a la educación y a dar respuesta a los nuevos retos del sistema educativo.
El propósito último de este modelo es que todo aquel que trabaje en la enseñanza reglada acredite un mínimo de cinco años de formación y dos de habilitación en práctica docente.
Quienes no superasen este ‘MIR’ podrían emplearse en una academia o dar clases particulares, pero nunca entrar a un centro educativo público, privado o concertado.
Además, para ingresar a la función pública seguiría siendo necesario aprobar la correspondiente oposición.
MÁS CAMBIOS
Este nuevo modelo implicaría una mayor coordinación entre centros educativos y universidades, que deberían actuar y coordinarse como una unidad de formación común, de manera similar a lo que ya sucede entre universidades y hospitales en las profesiones sanitarias.
También supondría una mejor adaptación de la oferta académica a los currículos de Primaria y Secundaria y debería ir acompañado de una reordenación de las profesiones relacionadas con la educación.
En cualquier caso, garantizaría más prácticas tanto a los especialistas como a los titulados en Magisterio, y en el caso de los primeros, supliría las carencias de formación sobre didáctica específica de la que adolecen los actuales másteres.
Por último, el documento contiene una propuesta de carrera horizontal, que iría desde un estadio de profesor novel a otro de experto, y de carrera vertical, a fin de regular la movilidad entre niveles (Infantil, Primaria y ESO) y entre cuerpos (docencia, dirección e inspección).
Para las dos carreras se establecerían una serie de requisitos y de méritos aparte de la antigüedad que el profesor debería superar de cara a pasar al estadio siguiente.
Según Pérez, todo este proceso se hará “desde el consenso y de forma conectada”. “No tiene ningún sentido centrarse ahora de forma exclusiva en la evaluación, olvidando el resto del sistema, sólo para atacar al profesorado”.
(SERVIMEDIA)
26 Nov 2015
AGQ/gja