Durante su discurso en la Conferencia Política del PSOE que dio por suspendida, el líder de los socialistas reclamó la unión de los demócratas frente a la barbarie, al tiempo que animó a ser solidarios con las víctimas de los “fanatismos”.

Sánchez aseguró que el terrorismo es “la principal amenaza” para la “seguridad y la unidad de la democracia”, ya que, dijo, es un fenómeno que “no conoce fronteras ideológicas ni geográficas”.

Por ello, apeló a tomar como ejemplo la unidad de los demócratas que permitió acabar con ETA para poner fin a la barbarie yihadista.

“La unidad que nos permitió derrotar a ETA es la unidad que nos permitirá acabar con el terrorismo yihadista”, sentenció.

Sánchez dijo que “hoy es el momento de acompañar a los familiares de las víctimas”, al tiempo que aseveró que “la justicia, la razón y el Estado de derecho prevalecerán siempre. París será siempre la ciudad de la libertad”.

Sánchez hizo esta declaración vestido con traje oscuro y corbata negra desde un atril con el logo del PSOE y un lazo negro. El líder del PSOE habló ante varios centenares de personas, que irrumpieron en varias ocasiones con aplausos, desde el escenario con una gran bandera de Francia proyecta de fondo sobre una pantalla de televisión.

En las primeras filas, escuchando a Sánchez, estaban los ex presidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, así como varios presidentes autonómicos como la andaluza Susana Díaz, el extremeño Guillermo Fernández Vara, el asturiano Javier Fernández, el manchego Emiliano García-Page o el valenciano Ximo Puig. Así como los ex líderes socialistas Alfredo Pérez Rubalcaba y Joaquín Almunia.